Entrevista con The Clothing Room

Style and the City. Platicamos con tres expertos del estilo que han creado un proyecto dedicado 100% a la moda

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Foto: Karla Lisker

Es común escuchar que la moda se trata de personalidad, del estilo. Pero eso, junto con el amor verdadero, es lo más difícil de encontrar. Sin embargo, existen personas dedicadas a esto: los estilistas, quienes se dedican a proponer y definir estilos.

En México la profesión no es ajena. Existen grandes talentos que han creado una estética a partir de su punto de vista. Nayeli de Alba, Tino Portillo y Benjamin Larroque son tres de ellos que, después de padecer todo lo que sufre un stylist para crear editoriales, decidieron hacer un proyecto que ofrece mucho más que ropa.

The Clothing Room es un productora dedicada 100% a la imagen y tiene como objetivo incentivar, desde otro punto, la industria de la moda en México. Se trata de una plataforma compuesta por dos núcleos. Por un lado está un showroom -que tiene piezas de marcas mexicanas y otras internacionales- para préstamos editoriales y renta de vestuario; por el otro, los servicios que ofrecen, que van desde coordinación y asesoramiento de moda para editoriales o eventos hasta servicios de personal shopper.

Platicamos con los fundadores sobre la idea de crear esta iniciativa y estilo.

¿Cómo deciden crear The Clothing Room?
Nayeli: Todo fue muy orgánico. Un día fui a casa de Tino porque él tenía zapatos de Nine West y yo necesitaba un par para unas fotos. Cuando llegué, vi todo lo que había y le pregunté a él y a Benjamin si tenían un showroom. Me dijo: "no, pero estaría padre". Yo, entre bromas, les dije que lo hiciéramos y que era su socia. Así nació la idea. Eso fue en febrero/marzo de 2014.

Tino
: Después lo platiqué con Benja, con quien ya trabajaba muchísimo, y decidimos unirnos con Nayeli. Empezamos a planear todo el concepto. Un día Benjamin encontró un espacio en un edificio de la Juárez y, de repente, ya estábamos firmando el contrato de renta para instalar la oficina.

Nayeli
: La idea maduró mucho y muy rápido. The Clothing Room no sólo es un showroom para estilistas, es una productora de imagen. Cualquier servicio relacionado con moda lo podemos hacer, desde personal shopper hasta la producción de un desfile.

Tino:
También es una plataforma que apoya el trabajo de diseñadores jóvenes que no son conocidos y quieren entrar al circuito. Las prendas está muy bien curadas.

¿Cómo decidieron qué marcas iban a entrar?
Nayeli: Invitamos a los que ya conocíamos y nos gustaban. Pero nuestra idea es hacer una especie de scouting cada que viajamos para ver qué marcas y diseñadores podemos meter.

Benjamin: Sí, los tres tenemos los ojos bien abiertos para ver qué está pasando y tratamos de escoger lo mejor, que tenga una buena propuesta y calidad.

Nayeli
: La idea es tener diversidad, porque el showroom está pensado para que puedan venir revistas de lujo como L'Officiel, hasta otras más modernillas, como Nylon, a sacar cosas.

Benjamin
: Trabajamos de la mano del diseñador, porque muchos nos dicen que sólo quieren que su ropa salga en cinco revistas, por lo que nos apegamos a su criterio. Escuchamos la perspectiva de su marca y tratamos de moverla por donde él o ella quieran.

Tino:
Lo mejor fue que nosotros empezamos buscando gente y ahora los diseñadores nos buscan porque quieren meter sus colecciones a The Clothing Room.

Nayeli
: Eso está muy cool porque hay muchos que son muy buenos y nada conocidos.

Foto: Karla Lisker

De cinco años para acá, la escena de la moda en México ha cambiado mucho. Lo que antes nos valía un poco, ahora nos importa mucho más. La preocupación por el estilo personal es más evidente, de ahí el éxito de tiendas fast fashion.
Nayeli: Creo que ese fenómeno se debe a la lluvia de información en la que vivimos. Gracias a eso le empezó a cambiar el chip a la gente, que ha refinado sus gustos.

Tino
: Además, todo se volvió más visual. La genta ya puede sacar inspiración tanto de Instagram, como de la campaña de H&M que está en la parada del bus.

Benjamin
: Y han empezado a consumir moda desde muy pequeños. En Francia, las niñas ya no van a la escuela con mochilas, usan bolsos muy en la onda Gossip Girl.

Nayeli
: Y se nota mucho. La gente ya consume más moda, tanto fast fashion como de diseñadores emergentes.

Tino: Eso ha elevado la apuesta de calidad entre diseñadores como Lorena Saravia y Cynthia Buttenklepper, y otros nuevos, como Paloma Lira o Cincopuntocero.

Es común escuchar que la moda se trata de estilo. Ustedes respiran estilo 24/7. Desde su perspectiva, ¿cómo se puede reconocer el estilo personal?
Tino: Personalmente creo que se mama desde la cuna. Por eso hay personas que se pueden poner cosas de Target o Walmart y se ven de lujo. Pero, sin duda, también es algo que se puede crear y pulir. La mejor forma de hacerlo es acercarte al arte, a la literatura. No se necesita tener millones de pesos para vestirte bien, sólo buen gusto.

Nayeli
: También es un trabajo de introspección. La mejor manera de encontrar tu estilo es, primero, conocer muy bien tus gustos. Segundo, conocer tu cuerpo a la perfección y saber reconocer que, por más que te gusten los crop tops, no los puedes usar porque tienes panza. Tercero, hay que cultivar el ojo, no sólo en blogs, sino en museos, galerías, libros. El estilo es una noción que se debe trabajar mucho.

Benjamin
: A mí me gusta pensar que somos camaleónicos y cambiamos cada cierto tiempo. Conforme creces, maduras y eso se nota mucho, pero sin perder tu esencia. Debes tener algo que te identifique, tus lentes, un sombrero, algo.

Tino: Lo más importante es la seguridad que proyectas. Puedes ser gordo, flaco, alto o chaparro, pero si estás convencido de que te ves increíble, ya la tienes. De lo contrario, la ropa te come y eso es lo peor.

Foto: Karla Lisker

A todos nos pasa que a la hora de hacer shopping compramos todo lo nuevo que nos deja de servir la siguiente temporada. ¿Qué debemos tomar en cuenta a la hora de las compras?
Tino: Si vas con la idea de comprar todo lo nuevo, estás mal desde ahí. Debes comprar lo que vaya contigo y te quede mejor. Nunca hay que comprar por marcas, sino por estilo y calidad. Busca los básicos que te van a servir siempre. Con tres cosas de buena calidad en tu clóset ya la hiciste. El punto es saber invertir.

Nayeli
: Exacto, aunque tengas 10 pesos, inviértelos en algo que sepas que te va a servir y que no se vea cheap. Justo lo que dice Tino sobre los básicos. Para las mujeres son una buena chamarra de piel, un par de tacones negros o nude y una bolsa. Pero, volvemos al punto del estilo, debes buscar las piezas que representen tu unidad.

Tino
: Hay que dejar claro que no se necesita dinero para vestirse bien.

Benjamin: Y, si lo tienes, jamás compres cosas llenas de logos, porque además de parecer arbolito de Navidad, te vas a ver pirata aunque sea Ferragamo.

Nayeli: Por eso hay que tener buen gusto. Antes pensaba que todo el mundo lo tenía, ahora me doy cuenta que no. Es como un regalo del universo que hay que cuidar y pulir para saber qué te queda. Por ejemplo, las personas que utilizan lentes, de alguna manera son su sello, por lo que deben buscar en invertir en unas buenas gafas porque las vas a usar diario.

Con The Clothing Room ahora son, hasta cierto punto, jueces de moda. ¿Cómo ven la efervescencia de la moda mexicana?
Benjamin: Ha crecido mucho y para bien. Los diseñadores ya no quieren caer en el cliché de parecerse a lo "mexicano" (flores bordadas y eso), ahora ya crean propuestas sólidas, más universales.

Tino: También hay una mejoría en la calidad. Lo que falta son nuevas plataformas de promoción, porque las que hay están muy mal organizadas y no aportan mucho a la industria.

Nayeli: Y falta mucho apoyo económico. Hay diseñadores increíbles que no pueden arrancar una marca porque no tiene el varo suficiente. Hay muchos diseñadores muy buenos, como Cihuah, que lo están haciendo increíble. Pero también está la contraparte: hay algunos que empiezan a copiarse entre sí. Veo muchas cosas de Lorena Saravia con otros nombres en las etiquetas. Eso está muy mal. A muchos les hace falta inspiración, que es algo muy raro porque hay demasiados diseñadores internacionales que vienen a buscar inspiración aquí.

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