Pista

  • Danza
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  2. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  3. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  4. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  5. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  6. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  7. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  8. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
  9. Foto: Alejandra Gutiérrez
    Foto: Alejandra Gutiérrez
Publicidad

Time Out dice

4 de 5 estrellas

La pista es de quien la trabaja, es lo que afirma la coreógrafa Bárbara Foulkes. De origen argentino, Bárbara reside en la Ciudad de México desde 2009 y hace poco emprendió la iniciativa de fundar un espacio independiente para la danza. “Un lugar para compartir y abrir las prácticas artísticas”, expresa la bailarina.

Ubicada en la parte superior del restaurante La Casa de Cantera en la Roma, Pista apenas comenzó sus actividades en abril de 2017. Sin embargo, el trabajo previo para su apertura fue demasiado arduo. Inició cuando Bárbara descubrió esta joya arquitectónica un tanto descuidada e imaginó convertirla en un estudio para practicar la danza con arneses, uno de los ejes principales de su obra dancística (FlotaSin casa, Fenómeno y 9.8).

Apoyada por el dueño del restaurante y sus trabajadores, la especialista se involucró a tal grado con la adaptación del sitio que decidió poner su cuerpo y unirse a la labor de construcción: mover, cargar, pegar, limpiar y acomodar. El resultado sucedió por el esfuerzo conjunto y, hasta ahora, estos procesos colaborativos son parte de sus líneas curatoriales.

Pista no es un estudio de danza común, incluso su nombre le da un tono más relajado. No hay espejos ni aparatos, solo ánimos para bailar. En ella se imparten clases, se muestran obras y se reúnen cuerpos para disfrutarse y pensar. Su precariedad, derivada del fenómeno de autoconstrucción, es un rasgo distintivo. A la vez que persisten las limitaciones técnicas (el techo inacabado, las filtraciones de agua, la iluminación), las posibilidades para reflexionar sobre la danza, la coreografía y el arte contemporáneo se expanden.

Una de sus consignas es incluir a todos los cuerpos. Por eso los cursos están encaminados a incentivar el movimiento en una amplia variedad de corporalidades, no sólo las relacionadas con la disciplina dancística tradicional. Algunos de los talleres permanentes son Bailar con arnés, impartida por Bárbara; Desaprender el cuerpo (danza contemporánea), dirigida por Leonor Maldonado y Bailar Mover Entrenar (danza contemporánea), a cargo de Anabella Pareja.

El espacio promueve la experimentación interdisciplinaria a partir del pensamiento y los desafíos que implican lo corporal y lo coreográfico. El ensayista y editor Guillermo García Pérez impartió un taller donde se revisó y discutió El capital a partir de lo que Karl Marx escribió sobre el cuerpo. También el artista contemporáneo Abraham Cruzvillegas colaboró con Bárbara en la construcción y destrucción de la pieza escultórica Insistir Insistir Insistir, que sirvió para explorar el concepto del peso en los objetos.

De acuerdo con la directora de Pista, lo que ideó en un principio no deja de crecer. “Gozo mucho cuando veo a la gente descubriendo que su corporalidad puede hacer cosas que no se imagina. Que sólo las hace en cuanto se suelta, se relaja y se deja caer”, finaliza.

Escrito por
Silverio Orduña

Detalles

Dirección
Yucatán 141
Roma
Ciudad de México
06700
Transporte
Metro Hospital General. Metrobús Álvaro Obregón.
Precio
$500-$1,000
Horas de apertura
Lun 6:30-8pm, mar 11am-12:30pm y 6-8pm, mié 10am-12pm y 6:30-8pm, jue 10am-12pm y 6-8pm, sáb 9:30am-3pm
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar