Todo comenzó en 1996, cuando Carlos Carsolio y Fernando Posadas decidieron llevar a cabo un proyecto que culminaría en uno de los rocódromos más grandes en Latinoamérica. Iniciaron con una pequeña escuela de escalada para posteriormente convertirlo en gimnasio.
Encontrarás muros de más de 12 metros de altura. Además de techos y extraplomos (paredes inclinadas), hay una torre de tres lados. Si quieres algo má extremos te recomendamos la cueva de 25 metros de longitud, compuesta por techos, un zona de travesía y un boulder.
En estas instalaciones hay paredes de diversos grados de dificultad, para los principiantes y expertos. Recuerda que la condición física y la técnica para escalar se adquieren con la práctica y la constancia. No desesperes, sigue practicando.