15 superhéroes queer

En un principio Pamela Anderson fue considerada para el papel de la escéptica agente paranormal de The X-Files. Afortunadamente, el papel fue para Gillian Anderson, quien hizo de Scully una científica severa y seria que podía llamar fácilmente la atención de su socio Fox Mulder (David Duchovny). Sin embargo, después de nueve temporadas, dos películas y un regreso, las mujeres queer todavía no se pueden resistir a la gracia masculina de Scully.

En un violento y súper masculino programa como Game of Thrones, podría parecer imposible que un personaje queer sobreviviera, o incluso, que tuviera una gran participación a tal grado que los fans lo adoraran. Es aquí cuando aparece Pedro Pascal, quien interpreta a Oberyn Martell, un príncipe poliamoroso y amante del placer originario de Dorne.

Oberyn no duró más de una temporada en el programa, pero logró encantar los pantalones de muchos hombres y mujeres en King's Landing, así como logró hacerse de los tesoros más preciados de los guerreros más valientes y varoniles. Era querido y deseado por hombres y mujeres. 

En una actuación que se robó los aplausos de todos, Kate McKinnon (la primera participante abiertamente lesbiana en Saturday Night Live) dotaó a la genial ingeniera Holtzman con la confianza, carisma y sensualidad de las expectativas de un “hombre”. Holtzman dio al cine una mujer científica que se dedicaba a su trabajo y que al mismo tiempo podía patear traseros, eso en lugar de ser una supermodelo que llevaba bata de laboratorio y gafas.

Una secretaria marginal renacida como una pícara anarquista, la Catwoman de Michelle Pfeiffer desprende un poder sexual maniático que deja a Batman en segundo plano. Por un lado, Selina Kyle, quema a su yo recatado del pasado, y por el otro, enfrenta la liberación de su S&M que desafía la razón emocional y moral que define a la diosa liberada. Gatúbela (como la conocemos en México) muere varias veces y se sumerge en liberación de su locura, todo al servicio de experimentar con su identidad. En un mundo dominado por el poder masculino, Pfeiffer logró que su personaje fuera toda una institución.

La integrante de este “escuadrón de una sola persona” fue probablemente la primera superheroína del cine, y viendo a Pam Grier en pantalla podemos saber que realmente lo disfrutó.

Grier presentó una desencadena y violenta alegría al desaparecer a los hombres de la cima del sistema, dando a las audiencias una ruptura con la masculinidad agresiva del género y las generaciones inspiradoras de futuras drag queens buscando un símbolo a seguir. 

Antes de que la mejor amiga de Buffy, Willow, se convirtiera en uno de los primeros y más populares personajes lésbicos en la televisión estadounidense, la adolescente asesina de vampiros se enfrentaba a metáforas queer en casi todos los episodios.

Su vocación de asesina le impedía tener una vida normal y heterosexual. El mundo de Buffy de monstruos, brujas, vampiros y forasteros ofreció una hermosa escapada para los espectadores que sabían que tenían un destino diferente.

Las hermanas Wachowskis, predijeron el futuro con esta visión de los seres humanos liberándose de una realidad socialmente impuesta, ¿y quién mejor para arrancar el nuevo milenio que la severa Trinity?

Con un pelo liso y un impresionante dominio del kung fu, Carie Ann Moos se encargó de deformar la realidad. Trinity prometió un futuro más allá de las limitaciones de la gravedad o de la feminidad tradicional.

Este fenómeno experimentó muchos altibajos durante sus tres temporadas, pero desde el principio presentó una fantasía irresistible: ¿Qué pasaría si los más legendarios malvados de la ficción como: Wolfman de Josh Hartnett, Frankenstein de Harry Treadaway y Dorian Gray de Reeve Carney lucharan juntos contra el mal? ¿Y si todos se engancharon en el proceso?

Dirigida por la fabulosamente satánica Vanessa Ives de Eva Green, los personajes de Penny Dreadful lucharon constantemente con los límites de la identidad. Habitan tanto el bien como el mal, lo gay y lo directo, lo poderoso y lo vulnerable.

La mejor película de acción del siglo es impulsada literalmente, por una andrógina guerrera que trata de salvar a mujeres, víctimas de la trata de personas, junto con el complementario y respetuoso Max (Tom Hardy).

Furiosa, nunca tiene que negociar en romances artificiales. Al final de la película, Max la mira como un igual y su gente la ve como una salvadora.

Cuando Fa Mulan toma el disfraz de un soldado masculino para preservar el honor de su familia (y eventualmente salvar a toda China), debe usar su inteligencia, compasión y valentía para trascender las limitaciones de las anticuadas normas de género de su sociedad.

Cuando ella cree que no encaja en ninguna de las dos caras de la moneda de género, sorprende a toda una nación dando sus mejores golpes y demostrando que es una gran guerrera. 

Al mencionar al capitán del espacio de John Barrowma, es probable que los tanto los fans masculinos como femeninos se derritan de deseo. El primer personaje bisexual de la serie robó los corazones de las audiencias con su sonriente y coqueta burla y la tendencia del Doctor por robar el espectáculo.

Él pasó a tener multiples juegos y un dramático amor por los hombres. ¿Por qué no dejar que un aventurero inmortal sea bisexual? ¿Y por qué no dejar que un súper guapo actor gay lo interprete?

Seguro, la telequinesia de la adolescente Sissy Spacek la convertía más en un monstruo que en un superhéroe, pero en 1976 ella era lo más cercano a los poderes de fantasía de la audiencia queer.

Para los televidentes que no tienen los recuerdos más rosados ​​de la pubertad, los vestuarios o los bailes de la escuela, Carrie es el sueño de la fiebre final, una reina oscura que podemos a la cual podemos recurrir para la enferma realización de nuestros sueños.  

Es imposible pensar en un personaje anterior a esta genio, criminal, imprudentemente inestable y totalmente imparable sueca montara una moto para volar el mundo. Los fans del personaje de Stieg Larsson han tenido la suerte de verla interpretada por dos estrellas sin miedo: Noomi Rapace y Rooney Mara, pero es Lisbeth de Mara, quien concreta el papel dentro de la vision de David Fincher. Ella es el tipo de personaje femenino que tan rara vez se llega a presenciar en la pantalla, controla su sexualidad, puede cometer errores sin ser juzgada por hombres, consciente de su inteligencia y capaz de una deliciosa venganza. 

De 1995 a 2001, Xena: Warrior Princess fue uno de los mejores programas más vistos en Estados Unidos. Y mientras que el romance entre la guerrera de Amazon Xena y su poeta "Gabrielle" nunca fue explícito, cualquier persona con dos ojos podría inferirlo. 

Cuando una oda de vengadores vino a alienar el mundo, no había duda de que se estaba desarrollando una nueva tendencia de súperhombres.

Traídos a la vida por el director gay Bryan Singer en 2000, las encarnaciones cinematográficas de los alegres mutantes de Marvel invocaron el dolor de la alteridad y la formación de la familia con la que que los fans LGBTTTI podrían identificarse fácilmente.

Mientras que la mayoría de las películas de superhéroes se fijan en la moral dominante y las victorias heteronormativas, las películas de X-Men siempre serán sobre comunidad, identidad, diferencia y ser otro.