Una entrada modesta y que pasa un poco desapercibida es el camino para entrar a Otro Oaxaca, un hotel en la zona turística de la ciudad, a pesar de ello el hospedaje busca ser un espacio para viajeros, no para turistas. La intención es que las personas conozcan la ciudad de una manera más auténtica y la experiencia comienza desde el hospedaje.
Otro Oaxaca no sólo tiene suites con más de una planta, también cuenta con restaurante propio con un menú de Saúl Carranza que ofrece desayunos, comidas y cenas. Entre las opciones hallarás ostras a la brasa con algas, pan tostado con pate de cangrejo y huevos shakshuka.
Asimismo está The Búnker para trabajar con un ambiente calmado. Aunque también se planea que sirva para presentaciones, proyecciones y más reuniones sociales.
La terraza y es spa subterráneo son los imperdibles. Por un lado, la terraza te permitirá estar en contacto con la iluminación natural mientras tienes una maravillosa vista panorámica de Oaxaca, especialmente admirarás la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, frente a la cuál se encuentra el hotel.
Y a manera de contraste, el spa ofrece un espacio de oscuridad acogedora, bajando la escaleras hallarás una pscina que parece estar inspirada en los maginificos cenotes. Además de contar con baño de hielo, dos salas para tratamientos y un baño de vapor.
¿Y cómo incorporan a Oaxaca? En primer lugar, recurrieron a artesanos locales para la elaboración de muebles y artículos al interior como la ropa de cama. Las paredes de ladrillos, su azotea de piedra caliza, el hormigón con terminados en bruto y la madera recuperada son materiales no sólo utilizados en la edificación de Santo Domingo, si no también en el hotel. Un proyecto arquitectónico a cargo de Root Studio.
A una cuadra también encontrarás el jardín botánico y, con suerte, presenciarás una verdadera calenda oaxaqueña. Tampoco olvides probar mole, café y chocolate, productos gastronómicos representativos de la región.