DAMN. de Kendrick Lamar
Foto: Cortesía Kendrick Lamar

Disco de la semana: ‘DAMN.’, Kendrick Lamar

El rapero de California presenta su nuevo LP con colaboraciones de U2 y Rihanna

Escrito por
Esteban Hernández
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El rapero más interesante de Compton, California, Kendrick Lamar, es uno de los artistas más importantes de nuestra época. A través de cuatro discos se posicionó rápidamente como uno de los cantantes más innovadores. Un ejemplo es To Pimp A Butterfly (2015), disco en el que fusiona el rap con el jazz. Constantemente mueve la barrera de lo que se considera hip hop y obliga a sus contemporáneos a seguirlo o quedarse estancados.

DAMN. llega en lo que parece ser un momento difícil para Kendrick. Es cierto que no es un álbum consistente, pero eso es parte de su encanto. A diferencia de otros proyectos de rap, este es una exploración interna. La lista de canciones contrapone conceptos como “PRIDE.” y “HUMBLE.”, “BLOOD.” y “DNA.”, canciones que son análisis y/o la presentación de los mismos conceptos.

Es difícil resolver preguntas complejas en un disco, pero Kendrick más que solucionar misterios, muestra conflictos. DAMN. es un disco cien por ciento terapéutico; en canciones como “FEEL.” el flow de Kendrick es casi hablado, como si la música y la audiencia fueran su psicólogo.

Me atrevo a decir que es un disco muy pop. Con el primer sencillo, “HUMBLE.”,  escuchamos que Kendrick apela a las masas, algo que intentó sin tanto éxito en su proyecto pasado, con la canción “i”. Las colaboraciones con Rihanna en “LOYALTY.” y U2 en “XXX.” permiten que el disco llegue a más personas. Esto no es necesariamente algo malo, sin embargo los coros repetitivos y letras sencillas les restan profundidad a las rolas.

La producción del álbum es impecable. Los ya constantes colaboradores como DJ Dahi, Top Dawg, BadBadNotGood y James Blake crean un sonido moderno, con infusiones de géneros como el jazz, el pop y el rock, los cuales destacan en la mezcla y al mismo tiempo complementan el flow de Kendrick.

“LUST.” cuenta con sonido de batería en reversa y hace que destaque como una de las canciones más interesantes. DAMN. cuenta con cambios repentinos en los beats, lo que provoca que las piezas evolucionen de una manera inesperada, dejándonos confundidos y emocionados al mismo tiempo. “XXX.” es un buen ejemplo.

Con este LP Lamar se consagra como uno de los raperos más importantes de nuestra época. A través de todos sus proyectos ha mostrado que no solo tiene ideas muy interesantes y cosas que decir, sino que es muy versátil. Cualquier beat que le pongas, Kendrick te crea una historia. DAMN. es un disco triste, enojado y confundido.

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