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[title]DVLA es la propuesta basada en la música experimental e instrumental, tomando como musa los scores de largometrajes. Esta intención de incubar el acrónimo de su apellido es la relación que Rodrigo ha tenido con el cine, aquí encontró el camino viable para crear melodías atmosféricas ; que combina metales, cuerdas, y tintes electrónicos; ya que uno de sus géneros predilectos es la música electrónica.
El primer guiño de DVLA se dio con la canción "Luna" de la cinta Camino a Marte. En 2019 debutó con su disco corto Canciones de Cuna y Luna, cinco temas inspirados en el nacimiento de sus hijos.
Ahora, DVLA regresa con este material ambicioso e íntimo. DUAL es un EP que se convirtió en un cortometraje en colaboración con el director chileno Pascal Krumm, en el que se acoplaron las canciones en el trabajo fílmico de 28 minutos. Sin duda, uno material que refleja la identidad, sensibilidad y pasión por el séptimo arte. Conversamos con DVLA sobre el estreno del documental y el EP.
Rodrigo, ¡Te pasaste con ese disco, me voló la cabeza, con solo cinco canciones! Quiero más. ¿Cuéntame un poco más de este material?
Qué bien que te gustó. Pues hago canciones como van saliendo, de alguna manera sí había dos canciones más en las que estaba trabajando, pero no quedaron para este disco, entonces si preferí dejarlas a un lado, y enfocarse en estas cinco y en lugar de forzar la máquina y tratar de llegar a más , pues esas las sentí necesarias. Y así quedó y las demás vendrán en el siguiente material.
Desde Motel tenías esta idea de crear este concepto más personal con estos tintes instrumentales. Me gusta porque no solamente es piano, batería y sobre todo mucho sintetizador.
Pues si, soy algo obsesivo con los sintetizadores. Me pasó que con Motel nos convertimos pronto en un grupo de hacer canciones que pueden ser variables, que tengan la estructura básica de verso- coro y buscar un coro que sea memorable , y hacer eso me gusta , cuando me enfoqué en un proceso de composición me encanta , pero estaba las ganas de hacer algo más , con una onda más artístico con menos reglas. Justo es lo que estoy haciendo en esta faceta de DVLA.
Camino a Marte, digamos fue la puerta que te abrió camino para acercarte al score, ¿cierto?
Hubo uno antes, o sea fue con Beto Hinojosa que es un super amigo, pero una antes de Camino a Marte hicimos una que se llama I Hate Love, esa quizá no fue tan mediática, pero al final esa fue mi entrada al mundo del score. Y a él le gustan ese tipo de composiciones , y es en los proyectos que hemos hecho juntos, es donde puedo usar teclados, arpegiadores y llevó al score más electrónico y atmosférico que me gusta mucho, y es lo que de alguna manera me lleva a este mundo que es muy mío.
¿De dónde viene esa fascinación por la musicalización?
Pues creo que desde siempre, entré a la música muy chavo; y tuve una etapa en la que estudié música clásica con bastante seriedad entre los 16 y 21 años. estudiaba guitarra clásica, composición, y eso me llevó a cómo componer para otros instrumentos y aprendí las cosas básicas de la orquestación y fueron años que me marcaron para siempre. De ahí nació, la idea de no solamente ser un cantautor, o ser instrumentista; sino que tienes las herramientas para componer para más cosas; después eso se puso en pausa porque mi camino se volvió el camino que hizo que Motel saliera , y empezar a hacer discos. Pero justo cuando se me da la oportunidad de componer para películas , reconecté con ese momento de mi vida que era aprender. Lo puse en pausa varios años, pero con el score regresó hace como unos ocho o diez años , y estuve metido en eso estos años.