Kongos presenta concierto digital a propósito de sus 17 años en la escena musical
Foto: Cortesía Time Out London

Entrevista con Jesse Kongos de Kongos

La banda sudafricana vuelve a la Ciudad de México para presentar Egomaniac. Platicamos con su baterista sobre su nuevo trabajo

Escrito por
Esteban Hernández
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El 10 de junio de 2016, la banda sudafricana Kongos lanzó su tercer álbum de estudio: Egomaniac. Su mezcla de sonidos africanos, electrónica, y coros los han colocado como una de las agrupaciones más reconocidas de África. A propósito de su show en El Plaza, platicamos con Jesse sobre la creación de Egomaniac, la relación con sus hermanos y la influencia que ha tenido América Latina.

Debe ser complicado pasar tanto tiempo con tus hermanos, ¿cómo mantienen una buena convivencia?
Nos preguntan eso bastante. Tiene que ver con que hemos estado juntos toda nuestra vida. Como banda tenemos 14 años juntos y la verdad es que tomamos nuestro trabajo bastante en serio. Claro que nos peleamos, sabemos cómo hacer que se moleste el otro, pero no dejamos que eso se entrometa en nuestro sueño, en nuestro negocio. Ninguno de nosotros quiere hacer otra cosa, no queremos tener un trabajo de verdad ni sentarnos en un escritorio.

Han vivido en varias partes del mundo, desde Londres hasta Arizona. ¿Cómo han influenciado estas ciudades a su música?
Éramos bastante pequeños cuando vivimos en Londres y Sudáfrica, pero un lugar como Sudáfrica hace que lleves la cultura en la sangre, y aunque no nos influencie de manera directa, de alguna manera lo tenemos en el inconsciente. También tiene que ver con la música que escuchamos; nuestro padre tenía una colección muy grande de discos y nos ponía de todo. Phoenix es una ciudad increíble, pero es muy callada. No es un centro cultural enorme ni hay mucho que hacer. Eso fue bueno para nosotros porque nos permitió encontrar nuestro propio sonido en vez de que nos dominara una tendencia.

Sobre su nuevo trabajo, ¿se sintieron presionados por tener el mismo éxito que con sus LPs anteriores?
Cuando la música pasa de ser tu hobby a ser un negocio, empieza a haber una gran cantidad de gente involucrada que quiere que seamos exitosos. Es difícil escapar de esa clase de presión o de influencia externa, pero la verdad es que no ayuda. Si hay éxito, bien, y si no, entonces no vamos a dejar de hacer lo que nos gusta. Es algo muy difícil para todas las bandas tener que decir “ok, ¿cuál es el siguiente éxito?”, pero creo que al final eso es una fuerza muy destructiva y no debemos dejar que domine nuestro proceso creativo.

En Egomaniac predomina el uso de instrumentos electrónicos, ¿esto fue intencional o fue el resultado del proceso creativo?
Cuando empezamos a escribir un álbum, por lo general lo hacemos separados. Cada quien escribe sus canciones y después nos juntamos y se las tocamos a los demás. Desde muy temprano en la vida de Egomaniac había una temática en nuestras letras, todos parecíamos estar hablando del narcisismo y cualquier otra cosa relacionada al ego. De pronto Daniel sugirió Egomaniac como el título del disco y a todos nos hizo mucho sentido. Escogimos las canciones que se alineaban a esa temática y la verdad creo que todas son bastante diferentes, a pesar de que hablan de lo mismo. Tratamos de tener cierta coherencia en el álbum, ya sea a través de ciertos sonidos o de sintetizadores, especialmente en las letras. No es exactamente un álbum conceptual, pero creo que si tiene más temática que cualquiera de nuestros otros discos.

¿Escribir por separado se debe a que pasan mucho tiempo juntos?
Tiene que ver con que crecimos juntos, siempre discutíamos ideas en familia y cuando pasas tanto tiempo con alguien siempre lo estás tratando de convencer de tu “verdad”. Eso hizo que intelectualmente estuviéramos en el mismo lugar y gracias a las experiencias que tenemos como banda, nos dimos cuenta de que todos tenían un ego.

Sus canciones son bastante complejas, ¿resulta complicado pasar de un arreglo de estudio a uno en vivo?
Es bastante complicado. Por ejemplo, “Repeat After Me” es muy difícil porque tiene un tempo extraño. Hay muchos elementos de nuestro nuevo álbum que no podríamos tocar si no tuviéramos 20 músicos, así que tenemos que sustituir esas cosas con sintetizadores o percusiones extras. Por lo general tratamos de mantenerlo todo en el núcleo de los cuatro instrumentos, pero desde que empezamos a hacer Egomaniac imaginábamos el show en vivo. Empezamos a incorporar más producción y eso fue muy emocionante, entonces cuando componíamos nos imaginábamos como se vería el escenario, qué luces usaríamos y qué se proyectaría. Es una transición difícil de hacer, pero nunca se hace por accidente, siempre lo pensamos por adelantado.

Su show en el Corona Capital fue increíble, ¿cómo fue recibida su música en Latinoamérica?
No sé bien como pasó, pero por alguna razón hablaron mucho de nosotros en Latinoamérica. El show en Corona Capital nos cambió la vida. Hoy en día ha sido de los mejores públicos y de nuestros mejores shows, al igual que el de Lollapalooza en São Paulo. Después de eso regresamos a Estados Unidos y le dijimos a nuestro equipo “Escuchen, tenemos que apoyar estos mercados porque son muy especiales y queremos regresar cada año”. Nos empezamos a enfocar mucho más en ese mercado, a pesar de que no es fácil estar por todo el mundo. Queremos regresar, y eso ha estado en nuestras mentes desde ese show en México.

Ahora regresan al Plaza Condesa, ¿qué es lo que más les emociona de ésta fecha? ¿Creen poder replicar el éxito del Corona Capital?
Espero que tengamos una intensidad similar. Ahora solo seremos nosotros, entonces toda la presión recae en nosotros mismos en vez de 30 actos internacionales. Obviamente no será tan grande, ni tendrá tanta gente, pero tenemos un buen presentimiento del show. En redes sociales tenemos muchísima interacción con fans mexicanos. Estamos muy emocionados.

Nos gustaría saber ¿qué música escuchas?
El Graceland de Paul Simon. Cuando viajamos a Sudamérica absorbimos mucha música tradicional. Mi hermano hizo una playlist de mucha cumbia y música latina. También hay una banda americana que se llama Punch Brothers, es una banda de bluegrass avant garde y la verdad es que son de los mejores músicos que he escuchado en mi vida.

Ustedes qué prefieren: análogo o digital
Las grabaciones digitales son muy fáciles, pero el sonido del equipo análogo es muy especial. Grabar en cinta es muy caro y tedioso, pero tratamos de usar el equipo análogo que tenemos lo más posible. Hay un balance de ambas en la música moderna, ambos tienen diferentes ventajas pero definitivamente hay algo especial en lo análogo.

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