Amamos a Björk, pero además de sus hermosos paisajes, Islandia es un semillero de músicos que hacen desde post rock como Sigur Rós hasta indie pop como Of Monsters and Men. Uno de los nombres que siempre sale cuando se habla de Ólafur Arnalds, compositor que desde 2004 se ha dedicado a mezclar beats con pianos y cuerdas, dándole un eco de frescura a la nueva música clásica.
A pesar de ser baterista de bandas de metal como Celestine y Fighting Shit —algo alejado a lo que le conocemos—, Ólafur ganó fama después de apoyar a sus paisanos de Sigur Rós durante su gira de 2008, un año después de debutar con Eulogy for Evolution. Entre 2009 y 2011 lanzó varios EPs y discos en los que grababa una canción diaria, teniendo 24 horas para componer, grabar y producir, todo desde su casa; eso sin contar su trabajo musicalizando películas como Los juegos del hambre y Gimme Shelter.
El islandés visitará la Ciudad de México el próximo 16 de junio, dando un show en el Teatro Metropólitan para promocionar su disco some kind of peace que lanzó en 2020 y que cuenta con la colaboración del increíble Bonobo, JFDR y Josin.
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