
Al ser pequeñitos, pensamos que no es necesario llevarlos al veterinario; sin embargo, si presenta cambios en su aspecto o conducta es necesario que lo vea un especialista en animales exóticos.
¿Te preocupa que tus hijos tengan como mascota a un roedor? Te decimos los mitos que hay alrededor de estos animalitos y sus cuidados especiales
Que no te asusten, entre los roedores también puedes encontrar a tu mejor amigo. Con sus características colas cortas, patas gordas y orejas pequeñas, los hámsters son una buena opción para quienes buscan una mascota juguetona de talla pequeña.
Si te preocupan los rumores que rodean a estos pequeñines y no sabes mucho sobre sus cuidados, te presentamos algunas ideas que pueden ayudarte a decidir si un hámster puede ser la mejor compañía para tus hijos.
Al ser pequeñitos, pensamos que no es necesario llevarlos al veterinario; sin embargo, si presenta cambios en su aspecto o conducta es necesario que lo vea un especialista en animales exóticos.
Existen alimentos que puede llegar a ser un veneno para ellos. Trata de darle una mezcla de semillas, granos y nueces preparada comercialmente para ellos; además de una pequeña cantidad de frutas y verduras.
Volviendo a la limpieza, los hámsters también necesitan de cepillado y corte de uñas. Será necesario que acudas a un experto para que te enseñe cómo hacerlo.
Por el contrario, los hámsters son muy territoriales y solitarios. Al compartir jaula con otro hámster, podría ocasionar peleas.
También es falsa esta idea. Su hábitat debe tener el área suficiente para sus distintas necesidades (ir al baño, jugar, comer y dormir).
El aroma desagradable proviene del mal aseo de su jaula. Depende de nosotros que siempre esté limpia, así que no le eches la culpa al roedor.
Es el más común y su característica principal es que cuentan con una especie de sacos en sus mejillas que le sirven para almacenar su alimento. Suelen ser los más sociables y tranquilos.
Estos pequeños pueden crecer hasta 13 centímetros de longitud y su aspecto es muy similar al de un ratón común.
Llegan a medir hasta 11 centímetros y se distinguen porque mudan su pelaje en invierno, lo que provoca ciertas variaciones en su color.
Es el de talla más pequeña, miden entre cuatro y seis centímetros, pero también se distinguen por ser más activos que otras especies de hámsters.
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