Luis Manuel Serrano
Luis Manuel Serrano

Los rollos perdidos de Gabriel Figueroa

De Gabriel Figueroa mucho se ha dicho, pero pocos conocemos sus historias de viva voz, pese a que hace 22 años se filmó un documental donde contaba las andanzas, secretos y trucos que lo hicieron famoso a escala internacional

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"En 1990 me invitaron a coordinar un homenaje en Nantes, Francia; ahí conocí a don Gabriel", recuerda Luis Manuel Serrano, director de Me enamoré de todas perfectamente bien. Gabriel Figueroa.

Durante los preparativos, lo que más disfrutaba Luis Manuel eran las sobremesas con el fotógrafo, por lo que un día decide proponer repetirlas, pero frente a una cámara cinematográfica.

Recibo apoyo de su alma mater, el Centro de Capacitación Cinematográfica, de dónde egresó junto con la quinta generación, y el apoyo de muchos, entre ellos Guillermo Rosas, quien se encargó de la fotografía.

Como el homenaje estaba tan próximo, realizan la postproducción en video y se exhiben en Francia un par de veces.

Sin embargo, el destino decidiría hacer de este material objeto de culto, pues diferencias con la productora provocaron que huyera con la película original.

"La productora secuestró el documental, estuvo 22 años perdido", recuerda Luis Manuel, quien dejó este trabajo en el olvido.

Caprichoso destino

Hace 10 años comenzó un taller de collage en el penal de Santa Martha Acatitla. Sorprendido ante los resultados y buscando dar voz a esas mujeres, decide firmal un documental, por lo que regresa al CCC.

A cambio del apoyo, le piden a Luis Manuel alguna donación, por lo que comienza la búsqueda de una filmación en 16 milímetros sobre el incendio de la Cineteca Nacional de 1982.

"Buscando esos materiales, encontré una copia del documental de Figueroa en Betamax (un formato en cinta antecesor del VHS y el DVD)".

Sorprendido por este golpe de suerte, acuden al CCC donde transfieren la cinta al hoy popular DVD, recuperando voz e imágenes de una de las figuras más emblemáticas del cine nacional.

"Su valor reside en el testimonio del propio Figueroa, habla de sus ocurrencias para lograr esa fotografía que lo hizo famoso y llevó lo mexicano a todo el mundo. Explica que en las grutas de Cacahuamilpa tuvieron que encender tres mil velas (para una escena de Macario, 1959, Roberto Gavaldón), como los turistas ayudaron a encenderlas".

También, da cuenta de ese amor por lo mexicano que lo motivaban a filmar esos cielos impresionantes o esos rebosos contrastados y los secretos para lograrlos, como enterrar la cámara o utilizar filtros ultrarojos a pleno día.

"Rivera decía que Figueroa era el verdadero muralista mexicano, pues su obra viajaba por el mundo y no se quedaba en una pared", rememora Luis Manuel.

Igual habla de su relación con pintores contemporáneos, como el Gerardo Murillo (Dr. Atl), Siqueiros, Orozco o Diego Rivera.

"Figueroa ya estaba enfermo cuando se filmó y como que se dio cuenta de que si no lo hacía en ese momento, cada vez sería más complicado lograr ese registro", explica Luis Manuel, quien el martes 5 exhibirá, por segunda vez en México, este documental.

La primera, explica, fue a principios de octubre en el Museo Nacional de Arte, ante unas 25 personas.

"Lo único que lamento, dice Luis Manuel, es que le quedé mal (a Figueroa) porque la no fue en 16 milímetros (formato en que fue filmado), sino en video".

Me enamoré de todas perfectamente bien. Gabriel Figueroa
Luis Manuel Serrano
57 minutos
México, 1990

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