Predator: Día de Caza llega al mercado mexicano bajo el sello de Panini cómics, que enmarca una más que conveniente edición de un solo tomo, luciendo una espectacular portada metalizada de verdadera colección, cuyas diferentes versiones alternativas realizadas por artistas como Skottie Young, Salvador Larroca, Peach Momoko y Ron Lim, se incluyen en la respectiva galería.
Dicho lo anterior y tomando en cuenta lo visto con las producciones fílmicas Depredador: la presa (2022) y Depredador: Killer of Killers (2025), ambas estrenadas para el mercado casero por Disney Plus, está claro que la franquicia hoy vive su mejor momento desde aquel lejano 1987, año en qué irrumpiera con la película dirigida por John McTiernan —Duro de Matar (1988) —y protagonizada por Arnold Schwarzenegger —Terminator (1984)—.
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¿Vale la pena leer Predator, el cómic sangriento de Marvel?
Con la presentación de una chica consumida por el afán de venganza, a quien aquí seguimos mientras se sumerge en una obsesiva persecución de —nuestros viejos conocidos— cazadores alienígenas, el guionista Ed Brisson —Oldman Logan— consigue en esta historia un retorcido e intenso juego de ida y vuelta entre víctimas y victimarios.
A través de este juego de ida y vuelta, el guionista permite ampliar con congruencia el universo planteado por el concepto original de la franquicia Depredador, sin que este pierda la brutalidad que le definiera. Esto marca su regreso a los cómics bajo el sello Marvel, compañía que por cierto ya lo está aprovechando a través de algunos llamativos crossovers con Spider-Man.
Así entonces, ubicando la trama en el futuro de 2056, mientras las dinámicas de las persecuciones y el acecho se replantean en situaciones límite, se ponen al descubierto rutas y territorios de cacería. La historia se desarrolla en parajes selváticos, boscosos o al interior de estaciones industriales.
Otro atractivo, es la narrativa gráfica que se define por cuadros alargados en lo horizontal para asemejarse a la mirada furtiva de la cacería y estirar la tensión mientras avanza la trama, dando pie a la irrupción de viñetas donde las siluetas dejan que los contraluces estallen impulsando salvajes secuencias de acción.