¿Qué piensas de la Roma? ¿Invasión hipster? Correcto. Pero hay sus razones: estos sujetos –que odian ser llamados así– suelen tener gustos refinados, se desenvuelven en atmósferas que son al mismo tiempo sofisticadas y “auténticas”, nunca los verás en un restaurante de franquicia, por ejemplo.
Por eso un restaurante como el Düke solamente podría florecer en ese barrio. En un espacio amplio, decorado con gusto ecléctico, que va de lo minimalista a lo kitsch, y propicio para llevar un cita, se ofrece un menú de comida fusión-alternativa (por darle un nombre adecuado a eso que sirven).
Lo recomendable es empezar con un buen coctel. Son visualmente atractivos, como una selva tropical y utilizan ingredientes como pétalos de flores. De entrada tienen platillos exóticos, como las gyosas de cochinita pibil, una fusión atípica, pero que combina la comida japonesa y mexicana a la perfección.
Aunque muchas personas evitan el cerdo, el chancho al chimichurri merece hacer excepciones: la carne es light, jugosa, con ese sazón de la parrilla argentina y se complementa de manera interesante con un puré de camote. Pese a no ser un lugar barato, se disfruta sin remordimientos.