Una casona muy cerca de la zona hotelera de Polanco es el lugar de reunión de los amantes de la cocina italiana. Un gran salón con vigas de madera y una terraza en el segundo piso es el preferido de parejas probablemente por el ambiente acogedor a media luz, la música suave que permite entablar una plática lubricada por una amplia carta de vinos que incluyen Chianti y Nero d'avola. Si requiere un poco más de privacidad también salones para sacar al Caruso interior sin ser molestado. Al fondo del salón principal se alcanza a ver el gran horno de leña hecho para las elaboración de pizzas.
Como dicta la costumbre un plato con aceite de oliva y vinagre balsámico es dispuesto para disfrutar de las focaccias o chiabattas que son servidas por el mesero a voluntad. No vaya a ser que acabe uno atiborrándose de pan. La especialidad de la casa es el spaguetti alla Ruota con todo y copyright. Si ve acercarse un carrito con un queso entero parmeggiano reggiano no se espante porque ahí viene su platillo. El truco está en meter el spaguetti con la salsa de tomate dentro y revolcarlo en la mayor cantidad de queso rallado posible. Si además se acompaña con una 'insalate verde con mela' lechuga italiana con rebanadas de manzana, queso gorgonzola, endivias y nuez caramelizada tiene como para apretar los deditos y exclamar ¡Mamma mía! Se recomienda pedir un Prosecco y meterse la servilleta al cuello para no acabar salpicado del sabor de Italia. Y sí, cobran cubierto.
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