Ah-Un

  • Restaurantes
  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Alejandra Carbajal
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  2. Foto: Alejandra Carbajal
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  3. Foto: Alejandra Carbajal
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  4. Foto: Alejandra Carbajal
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  5. Foto: Alejandra Carbajal
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  6. Foto: Alejandra Carbajal
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  10. Foto: Alejandra Carbajal
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

Motolinia esconde secretos que algunos transeúntes descubren sólo en su paso agitado entre la corriente tumultuosa de personas del Centro. Al cruzar Francisco I. Madero pon atención hacia el lado derecho de la acera pues a unos pasos –junto a Talismán de Motolinia– está la entrada de este tímido restaurante nipón, casi oculto debajo de un modesto toldo verde.

Quizá tu acercamiento sea recibido por un volantero, clásico del Centro; no te engentes más y solicita que te lleven a la barra de sushi, la verás al fondo con los maestros susheros; brillante, limpia, con maderas de tonos claros, una mayor iluminación que resalta lo nuevo, limpio y fresco del concepto: comida japonesa de tradición, aunque en la carta hay una que otra salpicadura thai y vietnamita.

El menú es enorme, tómate un rato para hojearlo y encontrar tu propio camino. El papel lo encontré muy descuidado, manchado y arrugado, desentonó por completo con lo que me esperaba en presentación y sabor de la comida. Al personal de servicio le falta empaparse en conocimiento de los productos que ofrecen, aunque impecable en atención, a muchos nos gusta que nos convenzan con seguridad.

Comencé con un sashimi combinado de salmón, hamachi y atún, sin fallas pues la frescura del pescado es la clave. Entre las 21 opciones de nigiri, pedí el uni ika de erizo con calamar, envuelto en alga y cebollín por encima; la textura fue sublime. La fritura japonesa es infalible, por ello probé dos kushiage: el kushikatsu ikura –salmón– con una salsa tártara alucinante y una agridulce que remató mi satisfacción; luego el kushikatsu tako –pulpo– cubierto de bonito seco; aquí hubo problemas para comerlo pues el pulpo estaba chicloso.

Cuando llegué a la sección de carne wagyu del menú me brillaron los ojos: asada, cruda o en nigiri. Cual niño al encontrar el juguete predilecto, sin chistar pedí menchikatsu, una esfera de panko frito que esconde carne wagyu molida, reposa sobre un ligero espejo de salsa de la casa con aromas a jengibre y sabores agridulces. Una receta única y sencilla a la vista, mas compleja en sabores e ineludible para cualquier visita.

Ah-Un también tiene una extensa carta de sakes, ramen, udon y preparaciones como padthai. Este 2017 mantendremos la vista bien puesta en las técnicas de Masaru Kochi y la sazón de los chefs Masayoshi Aida.

Escrito por
Bernardo Robredo

Detalles

Dirección
Motolinia 31
Centro
México, DF
06000
Transporte
Metro Allende
Precio
Consumo promedio por persona $300
Horas de apertura
Lun-dom 1pm-12am
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