Belmondo Polanco

  • Restaurantes
  • Polanco
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Jordana Btp
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  2. Foto: Jordana Btp
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Cada colonia defeña tiene una naturaleza que queda grabada, por decirlo de alguna manera, en el inconsciente colectivo. Por ejemplo, sabemos que al caminar por las calles de la Roma nos toparemos con cafés y personas que pasean a sus perros. En cambio Polanco, con sus escaparates y ambiente chic, exhibe una cotidianidad glamourosa evidenciada por restaurantes de manteles largos y platillos gourmet.

Belmondo resulta una sorpresa en un Polanco cuya reputación altanera se aliviana cada vez más. Como en el original de la Roma, propone un espacio distinto en el que podrás sentirte cómodo aún si vas en jeans o después de la oficina.

Al entrar, lo primero que te envuelve es el juego de luz natural y artificial que crea un contraste armonioso que lo mismo funciona para una cita en plan romántico o para una reunión con amigos. Se agradecen las mesas de madera, las que le dan al lugar un ligero aire de taberna citadina. El espacio se vuelve aún más acogedor gracias a un muro de cristal que abarca dos paredes, el cual te permite disfrutar el atardecer hasta el último minuto y contemplar el Parque Lincoln mientras degustas el menú (por cierto, más amplio que el de Belmondo Roma, porque aquí tienen una lista de sugerencias del chef).

Hay que pedir uno de sus sándwiches, por los que el restaurante ha ganado fama: recomendamos el short rib, corte de carne de costilla cocinado a las brasas, con un punto de cocción que en el mismo bocado te permite disfrutar tanto de la suavidad como del toque crujiente. Va acompañado con papas a la francesa.

Sin embargo, lo mejor es aprovechar las sugerencias y especialidades de la casa. Destaco el gravlax de la casa, un aperitivo escandinavo hecho con sashimi de salmón curado en sal y azúcar, con betabel, berros, queso de cabra y aguacate: dulce y fresco.

En cuanto a las bebidas, hay para todos los gustos; la creatividad está presente en todas, alcohólicas y no alcohólicas. Puedes pedir agua de jamaica y tener la seguridad de que llevará un ingrediente estrella como el romero. Si lo tuyo son los tragos, no te puedes perder el belmondo mule, con una base de ginebra, trozos de jengibre, jugo de limón, jarabe de ajonjolí y cerveza de jengibre. Si los visitas en lunes, lo único que lamentarás será que no sea viernes para poder tomarte veinte iguales.

La nota dulce es cortesía del pastel de zanahoria, que tiene todas las características para convertirse en leyenda. Es inmenso, genial para compartir, el pan contiene pasas y nueces, y la cubierta, con moras y frambuesas, no satura el paladar. Con un helado de mazapán, ligerito y con tenues notas de cacahuate, pisarás el cielo por un rato. 

Escrito por Natalia Bocanegra

Detalles

Dirección
Emilio Castelar 171
Polanco
México, DF
11550
Contacto
5280 4193
Transporte
Metro Auditorio
Precio
Consumo promedio por persona $350
Horas de apertura
Lun-jue 1-11pm, vie-sáb 1-12am, dom 1-5pm
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