Este restaurante-bar especializado en cortes a las brasas y coctelería lo tiene todo: una hermosa casa antigua, servicio en el que se nota que quieren que te conviertas en cliente regular y no "hacerte el favor", buena música programada por Eduardo Tort y una barra increíble.
Lo que acabó de convencerme de que Casa Q merece más de una visita fue su ya casi famoso sándwich BLT: dos rebanadas de pan brioche horneado a diario, que abrazan 120 gramos de tocino curado por ellos mismos, con lechuga, jitomate, guacamole y mayonesa casera. Advertencia: no vas a querer compartir. Si te vas por los cortes de carne mexicana calidad prime, el jugoso chuletón de cerdo con cebollitas a las brasas, más una orden de papas y camotes a la francesa con alioli de chipotle, es apuesta segura.
Con eso y un par de cocteles, ya la hiciste; el problema es decidir cuáles: un trago fresco, como el Don Gregorio, con tequila y jugo de sandía; un clásico recreado, como el Old Fashioned de la casa, endulzado con jarabe de maple, o algo más rudo, como el Wey Davidson, inspirado en los Hell’s Angels y con el whisky como ingrediente estrella, que llega a la mesa como un brebaje humeante, servido en una calavera de cristal. Deja que tu estado de ánimo y tus preferencias de sabores lo decidan o pregunta al barman, estará encantado de ayudarte.