Clement's Tortas Ahogadas

  • Restaurantes
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Bernardo Robredo
    Foto: Bernardo Robredo
  2. Foto: Bernardo Robredo
    Foto: Bernardo Robredo
  3. Foto: Bernardo Robredo
    Foto: Bernardo Robredo
  4. Foto: Bernardo Robredo
    Foto: Bernardo Robredo
  5. Foto: Bernardo Robredo
    Foto: Bernardo Robredo
Publicidad

Time Out dice

4 de 5 estrellas

Hablar de tortas ahogadas en Guadalajara es como tocar un tema político o religioso; la verdad absoluta la posee cada uno en el interior de su corazón. Mientras tanto, los foráneos nos rompemos la cabeza por comerlas y poseemos una sola ventaja frente a los tapatíos: la sorpresa. Las tortas ahogadas en la CDMX por más “pan traído de Guadalajara” y “caldillo tradicional” que presuman, jamás se asemejarán a una torta ahogada comida en La Perla Tapatía.

El tema de Clement’s conmigo es que además de ser exquisitas y famosas por ello, tienen un trasfondo nostálgico; de niño, mi papá y mi abuela me traían cuando imploraba enrojecer mis labios y embarrar mis manos de caldillo de jitomate –algo que sucedía muy a menudo. Hasta la fecha, no hay visita que haga a mi ciudad natal que no implique una parada con Clement’s y es un honor compartir este gusto contigo e invitarte a probarlas. Siempre que vengo suelto una lágrima por los recuerdos y por la cucharada de más de la suculenta salsa de chile árbol, y es que el sabor –contrario a la opinión de algunos– sigue siendo el mismo de siempre.

La columna vertebral de la torta ahogada son el birote y las carnitas; la calidad se nota cuando aún no terminas tu porción y el pan sigue íntegro y las carnitas repletas de sabor. La sangre sería el caldillo; es la densidad, la medida de orégano y otras especias (que desconozco) las que determinan el tipo sanguíneo y le darían al platillo su diferencia anatómica, que en este caso resulta en una torta ahogada sabrosamente ideal, que es mejor comerse dos o tres de una sentada so pena de morirte con las ganas. Dale estilo a tu torta con cebolla desflemada al gusto, repollo, unas gotas de limón, un poco de sal y por supuesto: salsa de chile de árbol con el toque ácido y tan picante como tú quieras. A la antigua usanza, se pedían las tortas como completa o media ahogada, refiriéndose a la cantidad de chile, pero hoy en día es más común que cada quien se mate solo.

Ojo: cierran a las 4pm y no es broma, las carnitas y las salsas se terminan.

Si te queda un huequito en el estómago pide un par de tacos dorados de carnitas y trátalos justo como lo harías con tu torta. De postre, una jericaya por favor.

Escrito por
Bernardo Robredo

Detalles

Dirección
Aurora 145
Chapalita
Guadalajara, Jal
45040
Precio
Consumo promedio por persona $150
Horas de apertura
Lun-dom 8:30am-4pm
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar