Lula Martin del Campo siempre nos deja claro lo que es más importante en torno a la cocina mexicana: la hora de compartir La Mesa de Siempre. Por eso, como parte de la celebración de los 120 años de cerveza Bohemia, acudimos a una cena especial en el restaurante Cascabel, donde la chef, de manera magistral, maridó algunos de sus platillos insignia con cada perfil de cerveza, ya sea Cristal, Weizen, Pilsner y Vienna.
La mesa (y la sobremesa) es donde ocurren los momentos más significativos de la vida con amigos o familia, pero también es el espacio donde más aprendemos sobre los alimentos que conforman nuestra identidad, algo que la chef aporta en cada una de sus propuestas culinarias. Esta visión empata con el portafolio de una cerveza tan cercana a todos los mexicanos que siempre está presente en la mesa. Así es que no te puedes perder los eventos resultado de esta mancuerna.
En este caso, el menú también hizo gala del compromiso de la chef con la diversidad alimentaria, en especial con productos de la milpa, ya que en Cascabel promueve –de la forma más deliciosa– el consumo de maíz, chile y frijoles nativos, directo de pequeños productores. Estos fueron los platillos que nos presentó y el porqué de su correspondiente maridaje con Bohemia.
Si quieres vivir experiencias como ésta, debes estar muy atento a las redes de Bohemia (Ig: bohemiamx, Fb: Cerveza Bohemia) para conocer las próximas dinámicas y participar. Mientras tanto sigue celebrando aniversario 120 años con tu Bohemia favorita.
Para la chef, ésta es la cerveza más versátil porque queda bien con muchos platillos. Gracias a su ligero dulzor, fue la elegida para contrastar con un plato que ya es una marca registrada en Cascabel, sus esquites ancestrales preparados con maíces de tres colores traídos de Pátzcuaro, Michoacán, y mayonesa de la casa.
Una ensalada fría de nopales y frijol "vaquita", súper fresca y nutritiva, requiere una cerveza que resalte por sus notas cítricas. Weizen, que está hecha con 50% trigo y 50% malta, cumple perfectamente ese perfil para platos de ensaladas o mariscos.
Seguimos con dos tiempos que reflejan el gran acompañamiento de los antojitos mexicanos con la primera cerveza de Bohemia nacida en 1905, la clásica Pilsner, gracias a que su carácter más intenso logra nivelar el picante y la grasa. No por nada es la favorita de muchos, incluida la chef Lula Martin del Campo. En esta ocasión sirvió una quesadilla con quelites y quesillo de Etla, Oaxaca, y una gordita de chicharrón prensado.
Sin duda el plato estrella de la noche fue una tortita de huauzontle y queso, bañada en un mole inspirado en los moles conventuales, que en Cascabel se llama "mole del abuelo". Su acompañante fue la Vienna, una cerveza con notas a caramelo y chocolate.
Cerramos nuestro encuentro en La Mesa de Siempre con unos coricos, que son galletitas de maíz tradicionales de estados como Sinaloa y Sonora, saboreando el gusto de compartir la herencia culinaria de México.
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