Arriesgarse con la mezcla de sabores o elevar la cocina tradicional con influencias de otro país en estos días resulta relevante cuando hablamos de propuesta y sabor. En Pepe, Mesa Española lo logran sin pretensiones.
En el corazón de Polanquito otro restaurante español no suena lo más innovador, pero aquí la cocina ibérica recibe un twist interesante. Su terraza y comedor principal lo dotan de personalidad única que es precisamente el sello de Kimpton, que ya cuentan con estrellas Michelin en sus restaurantes, aunque forma parte de Hotel Virgilio el lugar bien puede ser opción para una comida de negocios o una charla casual con amigos.
Lo particular está en la combinación ecléctica de especias, ingredientes y técnicas de su carta que renuevan, por ejemplo; la tortilla de patata, las croquetas o el pulpo a la gallega. Donde las texturas y el sabor balanceado funcionan como propuesta.
Las porciones son ideales para compartir y los emplatados hacen que se te antoje comer antes de tomar la foto. Las tapas de mejillones con kimchi, mezcla de setas y hongos se acompañan perfecto con el pisco con mezcal y jamaica y eso fue con lo que abrimos el apetito.
Probamos los pulpos a la gallega servidos con coulis de pimiento, papas crujientes y pimentón como plato principal. Nos dejamos recomendar por el chef ejecutivo y descubrimos, lo que pensamos es, el mejor platillo de la carta; su cordero prensado que va servido con alcachofas, jus de cordero, puré de manzana y las notas inconfundibles de jengibre.
La carta de vinos y el apartado de tragos insignia también es cumplidor, ya que hay toda una curaduría pensada detrás. En especial con los vinos. Reserva en la terraza o llega al after office directo a la barra y déjate consentir por las recomendaciones del chef Carlos Jiménez.