La comida israelí, los productos Kosher y las pitas infalibles de los chefs Daniel Ovadía y Salvador Orozco, empresarios de Peltre, Nudo Negro y Merkavá, llegaron a Polanco con la segunda sucursal de Tajaná The Pita Project.
Es un local más amplio que el de Lomas del Chamizal y con ello extendieron el menú con algunas brochetas a las brasas, pero en línea con los elementos fuertes de su estilo gastronómico. Uno de ellos es la pita de rib eye con corazones de alcachofa y un huevo estrellado, un conjunto de sabor y cocciones bien logrado, aunque aquí encontré tres inconvenientes: los jugos de los ingredientes aguadan el pan así que hay comerla más rápido de lo que sería normalmente cómodo, podrían impermeabilizar el fondo de la pita con algún aderezo; la carne tenía un par de tejidos que dificultaron comerla y el precio de $195 es elevado en comparación al tamaño de la pita. No obstante, con el falafel hasta el kebab de res, es difícil no quedar satisfecho por la ejecución de sus recetas.
De las nishnushim (entradas), las hojas de parra rellenas de cordero son una buena apertura, ojo con el aderezo de yogur al limón porque llega a ser demasiado ácido, pero el aroma a aceite de oliva con el resto del platillo es un transporte directo al Mediterráneo. También hay labneh con pimientos confitados al comino y bourekas, unas empanadas de hojaldre con espinacas y queso feta, otro par de fortalezas de Tajaná The Pita Project. Para el centro de mesa, si vas en grupo, conviene un tabule o un hummus tradicional, que también lo preparan con carne de res y especias.