La personalidad folclórica de la cocina peruana se lleva muy bien con los paladares mexicanos porque compartimos diversidad en ingredientes, sabores, texturas y colores; por eso siempre encontrarás casa llena en Yakumanka. Lo que tanta gente viene a descubrir es la comida tradicional de las cevicherías limeñas y uno que otro platillo del resto del territorio del Perú, pero lo que trae a todos exaltados es que el menú fue diseñado por Gastón Acurio —restaurante Astrid y Gastón y The Diners Club Lifetime Achievement Award en 2018—, uno de los mejores chefs y promotores de la alta cocina peruana hacia todo el mundo.
Lo interesante de Yakumanka —que quiere decir agua y olla en quéchua— es que no hay propuestas de alta gastronomía sino de comida de calle y casera. Este lugar reafirma que la tendencia de “volver al origen” no era nada más una moda y al igual que México, Perú tiene mucho que decir al respecto.
En la barra fría encontrarás la leche de tigre —mezcla de limón, caldo de pescado y otros sazonadores— que también es la base del ceviche tradicional. Hay combinaciones de pescado —desde pesca del día hasta atún— y mariscos con chiles ahumados y maíces.
De piqueos pedí una leche de tigre cura resaca que, para ser honesto, le hace justicia a su nombre y es un gran acompañante de fin de semana. El tiradito tatemado para compartir es uno de los platos estrella del lugar. La mezcla de choclo, aguacate asado y chalaquita es algo difícil de decifrar; suave, fresco y ligeramente picante —porque no mordí las laminitas de chile fresco—.
Me dejé inspirar por la casa y me recomendaron la plancha anticuchera como plato fuerte, una mezcla de pulpo, calamar, papas doraditas y trozos de elote. La potencia y longitud de todos los sabores que se unificaron para combinar perfecto con unas mezcalitas y pisco sours.
No sabía si pedir un postre o no —porque quien diga que los mariscos frescos no llenan, está mintiendo— pero terminé pidiendo el tres leches de coco con merengue de cinco especias y helado de temporada. No me arrepiento de nada. Cada cucharada fue mejor que la anterior.
La próxima vez que vaya a comer a Yakumanka no dejaré pasar el ají y la causa limeña con pollo y salsa tari, un pedacito de Perú sobre la mesa. Solo para que lo tengas presente, también hay opciones de wok, arroz con mariscos e inclusive, pescados enteros a las brasas o sudados.