Camellón Horacio
Foto: Ariette Armella

La región más verde del aire

Cinco refrescantes espacios verdes para disfrutar sin acordarte de los gritos de tu jefe

Publicidad

Qué tino el de Agustín de Iturbide al incluir el verde en la bandera del Ejército de las Tres Garantías. Gracias a esto una tercera parte de nuestro lábaro ostenta el pantone 3425c, el cual además de representar la esperanza -que por favor alguien me explique la relación- sirve como un recordatorio de que México también se escribe con verde. Aquí cinco ejemplos capitalinos nada lejos de tu casa.

Hay que llegar al metro Polanco, y caminar por el camellón con dirección al Poniente. No se necesita más para aprovechar este paseo ricamente arbolado en el que la delegación Miguel Hidalgo invirtió cuatro millones de pesos hace casi dos años para embellecerlo. Detenerse en el Parque América, a la altura de Alejandro Dumas, y entrar en el templo de San Agustín, de 1949, pueden ser buenas ideas al atardecer. Los viernes por la noche varias familias judías van o vienen de la sinagoga, ofreciendo un lindo cuadro. Entre Periférico y Arquímedes, Polanco. 

Se puede entrar por el Museo de Historia Natural. Luego de una caminata de cinco minutos uno descubre esta antigua estación hidráulica frente a la multicolor Fuente de Tláloc, entre algunas jacarandas. Dan ganas de sentarse en las gradas, que forman parte del reciente y admirable trabajo de paisajismo de Alberto Kalach, y hacer un pequeño picnic, acariciar al perro o sencillamente reposar. No hay que perderse el único mural subacuático del mundo, pintado por Diego Rivera en 1951 y que se llama El agua, origen de la vida. El Cárcamo de Dolores es uno de los espacios verdes más apacibles de la capital. Segunda sección del Bosque de Chapultepec. 

El museo es hermoso, y su jardín es uno de los más notables de la ciudad, ideal para parejas enamoradas, para niños inquietos, para organizar fiestas y especialmente para imaginar el esplendor de Tacubaya durante el siglo XIX, cuando se le consideraba el pueblo con el mejor clima del mundo. La historia de la propiedad comienza en el XVI, pero su estética actual se quedó en el siglo antepasado gracias al buen gusto de Antonio Haguenbeck y de La Lama, quien no escatimó ni en muebles ni en libros ni en cuadros, ni tampoco en el exuberante jardín que puede visitarse los domingos. Parque Lira 136, Tacubaya. 

Una de las nuevas maravillas gastronómicas del Centro destaca por su interesante arquitectura al interior del ex Palacio de los condes de Miravalle, en donde comparte espacio con el restaurante Azul Histórico, el hotel Downtown y una sucursal del deli La Jersey, entre otros negocios. El Padrinos continúa la tradición conceptual y gastronómica de Primos y Sobrinos, en la Condesa y la Roma respectivamente, aunque este resulta más atractivo porque es más espacioso y tiene un jardín vertical de 180 metros cuadrados que hizo Verdevertical, el taller de Fernando Ortiz Monasterio. El líder del proyecto, Domingo Granados, se inspiró en el famoso paisajista brasileño Roberto Burle Marx. Gracias a este verdor y frescura se entiende que dentro de nada todo el mundo hará aquí sus desayunos y comidas de negocios. Bravo. Isabel la Católica 30, Centro. 

La plaza más bonita de la zona, notablemente remozada en 1910 cuando el Centenario, es bien conocida por los estudiantes y trabajadores de la Universidad Panamericana, y los vecinos -entre ellos Octavio Paz (1914-1998), que vivió por aquí en su infancia-, aunque permanece ignorada por la mayoría de los defeños. Es hora de acabar con esto, de admirar la construcción del siglo XVIII que funcionó como obraje y que hoy alberga el edificio central de la universidad recién mencionada, y de conocer el Centro Cultural Juan Rulfo con su valioso mural de Francisco Eppens. También hay que echarle un ojo a la casa de José Fernández de Lizardi, el autor de esa primera novela mexicana que a todos nos obligaron a leer en la secundaria, y naturalmente la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, de 1595, y el ex Palacio Municipal de Mixcoac. Todo lo anterior entre copudos pinos, sauces y eucaliptos que se antoja contemplar por horas, nada lejos del metro Mixcoac. Asimismo no hay que dejar de visitar la cercana Plaza Valentín Gómez Farías, remodelada hace poco. Augusto Rodin esq. Goya, Insurgentes Mixcoac. 

Recomendado
    También te puede gustar
    También te puede gustar
    Publicidad