Las parábolas son pequeñas historias que se valen de la ficción para sugerir una semejanza con la realidad, y desde la metáfora, poder dejar una enseñanza moral. Y eso, es exactamente lo que escribe John Patrick Shanley en Duda, la cual, creemos es su obra más emblemática.
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¿De qué trata Duda, una parábola?
Duda es una obra que se centra principalmente en tres personajes: un padre, una madre superiora y una novicia dentro de una escuela católica en Estados Unidos a mediados de los 70’s. Esto después del asesinato de John F Kenedy y justo cuando la escuela está recibiendo a su primer alumno negro, a quien el padre Flynn protege de sobremanera. Esto comienza a generar sospechas en la madre Aloysius, quien a su vez, llena de dudas a la hermana James, quien hasta ese momento, creía tener sus convicciones muy bien cimentadas.
La relevancia de la obra
Esta, es una de las obras más montadas de su época, incluso tiene una versión fílmica con Meryl Streep, Phillip Seymour Hoffman y Amy Adams. En México tuvo una versión por ahí del 2005; o sea, muy pegada con su estreno en Broadway. Ahora es nuevamente retomada por el director José Sampedro en esta tendencia artística de directores mexicanos, principalmente hombres, rehaciendo obras que en su momento fueron un parteaguas en la cartelera mexicana.
Nuestra opinión
Se desarrolla de manera consecuente entre una conversación y otra, en la que siempre, sólo hay dos personajes en escena. De hecho, sólo hay una escena en la que los tres personajes están juntos, pero siempre hay algo que se dice a espaldas de otro, lo que desde el texto siembra la Duda en el público. Es decir, la acción es un rompecabezas activo para el espectador. Pero en esta versión, la dirección juega un poco en contra de todo eso, creando un código escénico confuso.
Dentro de su estilo, José Sampedro, director, siempre marca convenciones no propiamente escénicas dentro de lo teatral, y es aquí donde se encuentran los puntos de disonancia. Por un lado, estamos ante un espacio sumamente teatral sin elemento concretamente reales pero que conviven con el tono realista de la obra, y que más bien, se antojan en una convención con luz más general y un espacio abierto sin pretender que haya elementos que no existen.
Más que mala, es inconsistente en su propuesta, pero la historia se cuenta solo porque su material de origen es excelente. Aquí, vale la pena hablar de las actuaciones de Emma Dibb, Antón Araiza, Ana Guzmán y la actuación especial de Conchi León, quienes son la verdadera propuesta de este montaje pues resultan ser grandes del escenario mexicano; por ejemplo, Emma es actualmente directora del máximo centro de estudios teatrales en nuestro país, Antón es de los actores más prolíficos y solventes; Conchi es una de las creadoras escénicas más importantes dentro y fuera del país, y Ana una de las revelaciones más prometedoras de los últimos años. O sea, no hay reproche alguno en la elección, pero quizás algo que sí pasa, es que la experiencia de cada uno no está unificada. Emma está totalmente centrada en su personaje, mientras Conchi da una clase de contención, pero Antón por su parte es muy técnico y Ana desde su experiencia sigue buscando a su personaje. Pero ojo, nada de esto está mal, quizás se sólo suma a la inconsistencia de la dirección.
Conclusión
Creemos que Duda un debate ideológico que vale la pena presenciar. Va sobre los preceptos morales y éticos, y cómo estos pueden ser, aún sintamos estar en terrenos firmes. Y es que, este texto, armado aparentemente de manera sencilla se mueve con facilidad, no porque no están bien cimentados, sino porque la condición humana es así.
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