Existen 120 millones de personas en México, 9 millones en en la CDMX, 20 personas en un mismo kinder y solo tres actores representando una comedia romántica en la que el personaje protagónico no es una chica. Era mi compa no nos cuenta una historia de amistad, más que eso, nos habla de un código entre amigos que se convierten en hermanos.
El escenario está lleno de cajas de cartón negras, cada una de estas tiene una etiqueta que nos remonta a un punto específico de la vida del Iker. En una narración casi cinematográfica, el protagonista (Rodrigo Urquidi) va abriendo cada una de estas sacando escenas específicas que van desenterrando un secreto entre él, su mejor amigo Rafa y Lucía.
La química entre los actores Rodrigo Urquidi, Manuel Calderón y Aída del Río —estos dos últimos también dramaturgos— llenan el escenario con una energía que nos remonta a esos años de juventud de quienes crecimos en los noventa, no solo con referencias musicales, sino con una cultura impregnada en el vestuario y el lenguaje. Que en interpretación de estos jóvenes actores fluye de una forma natural, con el ritmo y tono preciso para el género que están proponiendo.
Una comedia simple y divertida sin presunciones estéticas.