El público revivirá el humor ácido de las tiras cómicas creadas por Charles Schulz, pero ahora en un musical.
La infancia retomada desde un punto de vista adulto es la principal característica de esta puesta en escena, que se adaptó en 2000, en Broadway. La obra nos lleva a un día en la vida de Charlie Brown y sus amigos, en el que vemos cómo Charlie trata de convertirse en una mejor persona a través de las lecciones, a veces duras, que le da la vida.
La escenografía, fiel a las viñetas de las historietas, es uno de los principales atractivos visuales de la obra. Se trata de un espacio en blanco y negro con pizarrones en los que los actores dibujan historias, como homenaje a Schulz.
El musical es protagonizado por Jerry Velázquez, quien asegura que Charlie es un niño muy solitario e inseguro que sólo busca ser aceptado. El can favorito del público cobrará vida, sin la necesidad de botargas o disfraces, gracias a Sebastián Treviño. “Snoopy tiene un carácter apático y se comporta como humano. Lo más divertido de interpretarlo es ver que a pesar de resistirse, no puede evitar actuar como un perro, que es leal y cariñoso con Charlie”, señala el actor.
Acompañados de músicos en vivo, Rogelio Suárez (Linus), Alicia Paola (Sally), Hiromi Hayakawa (Lucy) y Andrés Elvira (Schroeder), son los encargados de interpretar a los demás miembros de la pandilla.