Martin y Stevie son un matrimonio idóneo, perfecto y feliz. Tanto, que podría no pasar nada si uno de ellos de pronto tuviera algún desliz amoroso. El problema es que Martin sí tiene a alguien más y eso lo atormentarlo y lo lleva a ser cuestionado por su esposa, juzgado por su mejor amigo y confrontado por su hijo. Hasta aquí todo parece normal. Hasta que se sabe que la tercera en discordia se llama Sylvia… pero no es una mujer.
Estrenada en Broadway en 2002, se trata de la última gran obra del dramaturgo norteamericano Edward Albee y en ella se resume la fiera delicadeza de su teatro, marcado por un frágil equilibrio que sostiene a los seres humanos y apenas logra separarlos del universo animal. Albee mezcla ambos mundos desde un drama casero que a pesar de sus diálogos divertidos y punzantes es una tragedia descarnada de nuestro tiempo; producto de nuestras nuevas y cambiantes formas de afecto.
Bruno Bichir dirige el texto traducido por Víctor Weinstock (también interpreta al amigo Ross), discípulo de Albee. Odiseo Bichir explotará sus vastos recursos actorales para interpretar un Martin complejo y entrañable que entabla un duelo de misterios y verdades con Yolanda Ventura, quien incorpora a una Stevie que poco a poco enloquece sin perder fortaleza y dignidad.
Junto a ellos, el trabajo del joven y casi debutante Michele Abascal ofrece un contrapeso, pleno de intuiciones por parte del actor y repleto de guiños que anuncian la tragedia por parte del personaje. Todos ellos hacen justicia a Albee, cuya visión cruel y divertida de la realidad universal es una especie de estandarte de la nueva etapa que Bruno Bichir emprende junto con Itari Marta: producir montajes en los más diversos recintos teatrales de la ciudad bajo el proyecto del Foro Shakespeare.
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