Los que sobran cuenta la historia de cinco jóvenes que, pese a sus diferencias, se hicieron amigos en la secundaria creando un fuerte lazo que los convirtió en compañeros de vida: Alejandro, un tipo poco común con inestabilidad emocional; su hermana Sofía, la intelectual; Edith, la que defiende a todos; Emilio, un desastre; y Camila, la mascota.
Esta obra escrita y dirigida por Adrián Vázquez —uno de los artistas escénicos más destacados de la escena mexicana: Donde los mundos colapsan, Wenses y Lala— nos presenta fragmentos que remiten a la querida etapa de la adolescencia. Juega con el tiempo y el espacio en un concepto minimalista que el espectador interpreta como un rompecabezas. La iluminación, a cargo del mismo autor, juega un papel importante, pues la escenografía está compuesta solo por cuatro sillas. Adrián, como en la mayoría de sus obras, centra la fuerza escénica en el trabajo actoral, pues son las interpretaciones las que nos llevan a este vaivén entre pasado y presente.
En Los que sobran compartimos una historia que nos recuerda esa etapa de la vida en la que todos vivimos eventos que nos sacudieron y cambiaron para siempre.
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