1. Foto: Manuel Castillo
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  2. Foto: Manuel Castillo
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Surrealismo de Nora Fernández

Platicamos con la actriz argentina para saber más sobre las últimas funciones de su monólogo

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Después de más de dos décadas en escena, seis mil representaciones y giras por 11 países, Nora Fernández monta por última vez el monólogo Surrealismo y decidió despedirlo en la Ciudad de México.

Surrealismo plantea la historia de cinco personajes femeninos con los que pone en evidencia algunos vicios de los seres humanos y critica algunas posturas tanto políticas como culturales respecto al papel de la mujer. La actriz se inspiró en personas que conoció en su natal Mendoza para crear la personalidad de las damas que verás en escena. Platicamos con la argentina para saber más sobre el cierre de este ciclo.

Luego de 22 años de éxito, ¿por qué terminar con Surrealismo?
Cuando lo empecé a hacer se convirtió en un fenómeno del teatro independiente. Hace tiempo me comenzaron a llamar "la leyenda", entonces pensé que era tiempo de cerrar el ciclo.

México será la última parada, ¿por qué concluír con el ciclo aquí?
La obra siempre tuvo gran aceptación en Latinoamérica, pero en 1999 llegué a México y se volvió un fenómeno. Llegué por seis funciones y me quedé seis meses. Después me vine a vivir para acá, me casé y me nacionalicé mexicana. Cierro aquí porque México significa mucho para mí.

¿Por qué elegiste un lugar como el Foro Shakespeare para despedirte?
Fue un montaje que se hizo artesanalmente, en una salita pequeña. Poco a poco creció y lo presenté en lugares más grandes. Pensé en cerrarla delicadamente con un besito, el Foro Shakespeare es un lugar íntimo en el que puedo terminarlo como se debe.

¿Qué representación de Surrealismo te trae más recuerdos?
La etapa entre 1995 y 1997. Yo era una artista underground de la ciudad de Mendoza, Argentina. Un periodista que tenía una pequeña salita en Mar de Plata, la meca del teatro nacional, me invitó a actuar y 12 días después ya estaba nominada para los grandes premios nacionales. Nunca había sido nominada una actriz desconocida, de provincia y del teatro independiente. Estaba compitiendo con las actrices de televisión. El día de la premiación llegué y no me dejaron entrar, me preguntaban: ¿Quién sos vos?; saqué la invitación y les dije que estaba nominada, sólo así me dejaron pasar. Esa etapa fue icónica para mí.

Cuando el monólogo comenzó contaba con siete personajes, ahora cuenta con cinco, ¿por qué decidiste eliminar a esos dos personajes?
El texto ha ido cambiando, no porque me haya sentado a modificarlo, sino porque la vida se transforma, por lo tanto los personajes también. Por ejemplo, había un personaje sobre una empleada doméstica, ella se preocupaba mucho porque sus hijos no podían estudiar. Salió del monólogo porque en Argentina cambiaron las leyes y las empleadas domésticas ya tienen seguridad social y educación para sus hijos. Ya no era necesaria la denuncia, así que el personaje era innecesario.

¿Qué sigue para Nora Fernández?
Pienso retomar mis clases de danza, estudiar la decodificación emocional, escribir libros sobre el despertar del cuerpo y tengo muchas propuestas para dirigir en Argentina.

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