Antes siquiera de que inicie formalmente el espectáculo, el ambiente comienza a transformarse. En el pre-show de Persephone, una mujer cuelga de un aro suspendido en el aire, girando con gracia al ritmo de “Waiting for Tonight”, como si la letra de JLo fuera una premonición: la espera ha terminado y la noche promete emociones intensas.
La danza aérea continúa con “Bad Romance” de Lady Gaga, mientras el espacio se tiñe de luces azules, rosas y verdes que se reflejan en los rostros expectantes del público. Así comienza el show de Persephone a bordo del Resilient Lady, crucero de Virgin Voyages.
Gracias a la configuración del lugar: un escenario central rodeado por los asistentes, no hay barreras entre artista y espectador. Todos están de pie, formando un círculo íntimo que convierte la experiencia en algo compartido. El espectáculo se despliega como una sinfonía de disciplinas: proyecciones en video, coreografía contemporánea, acrobacias de alto nivel, y una narrativa que entreteje mito y empoderamiento femenino.

La iluminación cambia de pronto: una luz blanca inunda el escenario mientras las pantallas del fondo proyectan la imagen de un castillo barroco, con ventanas altas, detalles dorados y cortinas rojas. Desde el techo cuelga una cascada de flores, como si un jardín entero hubiera sido suspendido en el aire. La atmósfera se vuelve mágica, entre cabaret glamuroso y fantasía mitológica.
¿De qué trata Persephone a bordo del Resilient Lady?
Uno de los personajes clave: Deméter, la diosa de la agricultura, introduce la historia hablando de su hija: Perséfone. Mientras tanto, bailarines se mueven al ritmo de tambores, y reaparece la bailarina aérea, convertida ahora en un símbolo de libertad.
Perséfone, interpretada con carisma y fuerza, toma protagonismo al ritmo de “You Don’t Own Me” de Lesley Gore —que se convierte en su leitmotiv—, para expresar su rechazo a someterse y su necesidad de algo más: pasión, libertad, amor.La historia avanza como un mosaico de actos circenses, cuadros dancísticos y efectos visuales: acróbatas ejecutan saltos increíbles, bailarines en trajes de lentejuelas bailan a centímetros del público, luces y pantallas integran un espectáculo sensorial que supera los estándares de los shows que tradicionalmente se ven en altamar.
En los momentos de acrobacia aérea, el show alcanza puntos hipnóticos gracias a la dirección de Dreya Weber, reconocida por su trabajo con P!nk y Magic Mike. Cada movimiento suspendido en el aire se convierte en metáfora del viaje emocional de Perséfone. La realización de la escenografía corrió a cargo de PlayHouse Entertainment, quienes construyeron todo el set en su taller en la Ciudad de México.

También participaron produciendo algunas piezas del vestuario y su reto no era menor: adaptar y construir una escenografía para condiciones extremas de movimiento y estrictas normas de seguridad propias de un crucero, muy distintas a las de una obra de teatro convencional o un tour terrestre. En las pantallas, personajes excéntricos, que conforman una especie de moderno coro griego, narran con humor e ironía los días de Perséfone recolectando flores.
El tono cambia cuando regresa Deméter, ahora envuelta en un vestido amarillo, para interpretar “Hurt” de Christina Aguilera. Su voz transmite el dolor de una madre al perder a su hija. En escena, su capa amarilla se transforma en blanca, simbolizando el inicio del invierno.
El diseño de vestuario, a cargo de Tristan Raines, refuerza cada giro narrativo con detalles vibrantes, texturas que mutan y transformaciones que, como los cuerpos en movimiento, también impulsan la historia.
El ritmo se eleva con un número de tres jóvenes ejecutando acrobacias sincronizadas, seguido de una explosión de energía con bailarines en trajes LED que electrifican el escenario al ritmo de beats electrónicos. En un guiño al empoderamiento femenino, también se escucha “Survivor” de Destiny’s Child, que se convierte en un himno de resistencia: tres mujeres ascienden por una estructura metálica, celebrando la resiliencia femenina.
Más tarde, una artista aérea sube a un columpio al ritmo de “Titanium” de David Guetta, su acto transmite determinación, fortaleza e independencia. Es la declaración final de que Perséfone será dueña de su destino.
Así se llega al final del mito, y del show: cuando Perséfone esté con Hades en el Inframundo, Deméter llorará y la tierra entrará en otoño e invierno. Pero cuando regrese con su madre, todo florecerá. Y eso es justo lo que ocurre en el clímax: una explosión de flores, colores, celebración y vida.
Para el cierre, los bailarines regresan con una coreografía grupal al ritmo de “I’m Still Standing” de Elton John, seguida de “I Love It” de Icona Pop. Todos celebran; incluida Perséfone, mientras que el público se queda bailando… con la emoción de haber presenciado un espectáculo que reimagina la mitología y que redefine el potencial de un show en altamar.

¿Cómo ver el show en el Resilient Lady?
Actualmente navegando a bordo del Resilient Lady —uno de los barcos más nuevos y sofisticados de Virgin Voyages—, Persephone es un espectáculo inmersivo que reimagina el mito griego desde una perspectiva moderna y sensorial.
Diseñado exclusivamente para viajeros mayores de 18 años, este crucero de lujo se inspira en la estética de los superyates y cuenta con espacios creados por renombrados arquitectos y diseñadores internacionales como Tom Dixon y Concerte Amsterdam.
En ese contexto, Perséfone, producido por Kaleidoscope Entertainment, fusiona teatro contemporáneo con el mito clásico. Bajo la dirección y visión de Holly-Anne Devlin (también responsable de la dirección circense y la creación de los números aéreos), el espectáculo destaca por su propuesta técnica y riqueza visual.