En esta ciudad llena de propuestas y conceptos tenía que existir uno para nosotros los que llevamos una pena amorosa de algún tipo. En La Dolida la idea es celebrar los distintos sentimientos y emociones del despecho como debe ser: en compañía, con un gran ambiente, música, trago y una que otra sorpresa gastronómica igual de coqueta.
El lugar está en una terraza techada, adornada sutilmente con motivos mexicanos, sillas de colores vibrantes, mucho rosa mexicano, e imágenes de arte tradicional. Cuentan con un "muro de los dolidos", donde puedes escribir en un post it tu frase más dolida y agregarla al lugar. Además de muchas pantallas para leer las canciones que entran por el oído y salen por el alma.
También lee: 5 nuevos bares y antros en CDMX
El ambiente va cambiando con el paso del tiempo, entre más noche, más tragos y personas van llegando, mejora y mejora. Gran parte de este lugar es la música, que en su mayoría es pop en español, desde las que cantaba tu mamá, hasta esas a las que seguimos aferrándonos los de los dosmiles, aunque de vez en cuando hay de otros géneros.
En mi noche para “dolidos” no faltaron tragos y platillos. Para empezar probamos el Ay dolor!, preparado con licor de naranja, jugo de toronja y vodka de tamarindo, un trago que sabe a lo que dice, para los que nos gusta la mezcla de sabores dulces, amrgos y la presencia del licor.
Seguimos con La manzana de la discordia, con licor de melón, de manzana y mezcal espadín. Un trago un poco más dulce que el anterior pero igual de pegador y agradable.
Acompañamos con unas Ahogadas de dolor, tortitas de carnitas de atún, acompañadas de una jarrita con jugo de carne, para ahogarlas al gusto. Algo distinto y un poquito más arriesgado, pero que funciona a la perfección por el birote crocante, un atún que sí sabe a carnitas y un jugo de carne que complementa los sabores. También le entramos a los Antes me hablabas, sopesitos servidos con frijoles refritos, tuétano, chapulines, chips de camote, y guacamole de la casa al gusto.
Terminamos con un Alma blanca, un cóctel preparado con guanábana, agua tónica y mezcal espadín. Un trago distinto, con el dulzor delicioso de la guanábana, la burbujas el ahumado del mezcal.
Todo ocurrió mientras cantábamos al unísono "Todavía" de La Factoría, "La incondicional" de Luis Miguel, "El sol no regresa" de La Quinta Estación, "Ni una sola palabra" de Paulina Rubio y una infinidad de canciones que nos dimos cuenta que sabíamos y nos recordaban a uno que otro viejo amor. Casi nos empezamos a dar de golpes en el pecho.
Te recomendamos: Karaokes en CDMX