Taro

  • Restaurantes
  • Copilco el Bajo
  • precio 4 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
  2. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
  3. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
  4. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
  5. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
  6. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
  7. Foto: Marianela Trueba
    Foto: Marianela Trueba
Publicidad

Time Out dice

3 de 5 estrellas

Los sureños le tienen un cariño especial a Taro, y aunque nada hay de malo en entregarse al embeleso provocado por la tradición, tenemos que aceptarlo: el amor nos hace de la vista gorda.

Tras la puerta, un pequeño espacio con ambiente acogedor de pocas mesas y una barra de sushi se revela. En el primer piso hay un mayor número de mesas, entre biombos y separadores de madera, con vistas a la ajetreada avenida Universidad. La ambientación de musical oriental –que suele crear una atmósfera calmada para intensificar el disfrute culinario– se ve impotente frente al intenso ruido del exterior.
La comida empieza con un aperitivo frío, cortesía de la casa, de fideos con verduras y ajonjolí. Luego, optamos por un sashimi mixto: si el nivel de un restaurante lo da la materia prima, en el caso de un japonés la atención se centra en el pescado crudo. Llegaron cortes gruesos y bien presentados de atún rojo, jurel, trucha y medregal de sabor fresco y delicado, acompañados de jengibre, apio, zanahoria y alga wakame.

Todas las mesas disponen de parrillas para la preparación de yakiniku, una de las especialidades del lugar, en las que el propio cliente se encarga de asar las carnes, mariscos y verduras al punto deseado. Nos decidimos por la especialidad mixta del mismo nombre (pollo, res, camarón y verduras variadas). El marinado no aportó mucho, la carne estaba un poco insípida, pero la salsa de acompañamiento (preparada con soya, sake, mirin, aceite de ajonjolí, ajo y un poco de azúcar) fue una buena aliada. Lo disfrutamos, pero algún sistema de extracción de humo no estaría de más.

De las pocas opciones para el postre, pedimos un tempura de helado de vainilla con fresa y chocolate que resultó un tanto insulso, con un rebozado duro en exceso.

No todo es perfecto en Taro, pero aquí hay buena comida, una gran variedad de platillos tradicionales, comensales entusiastas de las almejas flambeadas, familias japonesas disfrutando el shabu shabu los fines de semana y vegetarianos siendo felices con sus opciones sin carne.

Escrito por Miranda Bringas

Detalles

Dirección
Universidad 1861
Oxtopulco Universidad
México, DF
04360
Contacto
5661 4083
Transporte
Metro Miguel Ángel de Quevedo
Precio
Consumo promedio por persona $500
Horas de apertura
Lun-jue 1-10:30pm, vie-sáb 1-11pm, dom 1-9pm
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar