Existe una gran diferencia entre los retratos fotográficos dentro del interior de un frío y controlado estudio, comparado con los cálidos y entrañables resultados naturalistas que se pueden obtener en el exterior.
El espectador no me dejará mentir cuando afirmo que no emanan los mismos impulsos tras la contemplación de un estilizado Helmut Newton, en contraposición con la de una pintura arraigada en tonalidades y texturas vívidas como la que los apasionantes cuadros de Georgia O’Keefe profesan. Y es en esta divergencia, que el estilo de la fotógrafa Tatiana Camacho toma su predilección por un naturalismo similar en su uso de color al de la pintora abstracta.
Foto: Cortesía Maia Contemporary
La artista proveniente de Colombia, cuya especialización radica en el retrato de desnudos femeninos, descubrió a temprana edad la línea estilística que determinaría su sello particular. Para ello, sus estudios en Nueva York probaron ser útiles y no porque le enseñaran lo que quería expresar, sino que la falta de espontaneidad y el uso de la mujer como objeto comercial y sexualizado causó en Tatiana tal impacto que buscó dejar atrás esos ya obsoletos cánones estéticos.
Foto: Cortesía Maia Contemporary
Para esto, la artista recurrió a un proceso exploratorio en donde determinó que las mujeres retratadas por su lente debían sentirse en total comodidad y libertad, puesto que en ocasiones el lente se convierte en una barrera imposible de sortear entre la modelo y la retratista. Es así que descubrió que ella debía compartir la desnudez con sus modelos generando consecuentemente un vínculo de empatía, sororidad y confianza.
Tal acompañamiento resultó ser tan efectivo, que los retratos de Tatiana reflejan una profunda y utópica conexión con la naturaleza femenina. Su selección de tonalidades fuertes aunada al efecto de combinar elementos biológicos como hojas de plátano, palmeras y cuerpos de agua con las sutiles líneas féminas remiten a las pinturas mitológicas en donde un grupo de Nereidas se embarca en actividades lúdicas sin tener la preocupación por la mirada del otro.
Foto: Cortesía Maia Contemporary
Los resultados de su nueva serie Beauty, Biology and Belief estarán expuestos en la galería Maia Contemporary durante el mes de febrero (en cuanto termine el semáforo rojo). Se trata de una experiencia que sin duda generará nuevos bríos en el espectador para retomar su relación con la naturaleza tras tanto tiempo de aislamiento y encierro.
Maia Contemporary. Colima 159, Roma. Lunes-sábado 11am-5pm. Previa cita.
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