Pieza de la artista Ale de la Puente
Foto: Cortesía de Nora Sotres Galería

Entrevista con la artista Ale de la Puente

La artista y escritora nos cuenta sobre su proceso creativo y de su participación en la segunda edición de Proyecto líquido

Escrito por
Pamela Magdaleno
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El trabajo de Ale de la Puente tiene una característica esencial: víncula inquietudes personales mediante el arte y la ciencia. Luego de que formara parte de la exitosa muestra La gravedad de los asuntos, que se exhibió en el Laboratorio Arte Alameda, ahora participa en la segunda edición de Proyecto líquido. Platicamos con ella sobre su pieza El primer deseo... que consiste en intervenir el cielo de la Ciudad de México.

Sé que tienes un curioso interés por el tiempo y el espacio ¿cómo surgió esto?
Por el tiempo, desde que comencé mi carrera como artista. Todo partió de una investigación sobre qué es el tiempo, si existe o si es una ilusión. Obviamente, el tiempo me llevó a la física, más allá de la filosofía y su relación intrínseca con el espacio. Esta relación me llevó a la astronomía y por ende a cómo lees el cielo para saber tu tiempo y posición en el espacio. Más o menos por ahí fue como empezó toda esta investigación, con la que llevo más de siete años trabajando, a lado de astrónomos y científicos.

Has hecho diferentes aproximaciones respecto al tiempo desde la poesía y hasta la ciencia ¿por qué decidiste tratar este tema desde una perspectiva artística y no una científica?
Siempre fue desde una perspectiva artística, aunque en el proceso de investigación siempre han estado presentes las matemáticas, la física y  la filosofía. Me di cuenta de que hay una perfección del tiempo, y como seres humanos, como cultura o como comunidad forma nuestra concepción de mundo.

Si yo concibo el tiempo como una flecha que atraviesa del pasado hacia el futuro, esa es mi imagen del mundo.  Pero si tengo una concepción del tiempo cíclico, o si es la de un mundo en el que no se puede conjugar un verbo en futuro, entonces, cambia la imagen que tengo.

Así fue como mi investigación me llevó a incorporar esto en mi obra. Siempre fue una preocupación personal y en la obra de arte no hay más que preocupaciones personales, es por medio de líneas y formas que los artistas sacamos esto.

¿Cómo fue que entraste a Proyecto Líquido?
Proyecto Líquido fue una invitación de la Fundación Alumnos47. Al principio nos dieron un paquete a todos los artistas y nos dijeron que se trataba de hacer presentaciones de corta duración, tipo performance. También nos dijeron que se iba a realizar en la cuenca del Valle de México, entonces, nos dieron una copia de los planos con un montón de información geográfica e histórica. Para algunos artistas el objetivo era que hallaran el lugar donde querían hacer su proyecto, pero a otros artistas, incluida yo, nos invitaron a participar con un lugar preestablecido. En mi caso, me invitaron a intervenir el cielo y casi me voy al suelo porque no tenía idea de qué iba a hacer.

El tema de esta edición de Proyecto Líquido es el deseo, ¿qué me puedes contar acerca de tu intervención?
Yo pienso que el deseo tiene mucho que ver con el cielo. Empieza desde las culturas antiguas en las que existía esta noción de un dios que creó el mundo. Pero, ¿cuál fue el deseo para crear el mundo?, nadie tiene idea. ¿Qué hubo antes del Big Bang? ¿qué lo impulsó? Eso es el deseo, pero no sabemos que lo propició.

Quizás el primer deseo se hizo mirando al cielo, durante la noche o durante un evento astronómico, lo cual representa un misterio. Como cuando pasa una estrella fugaz, se pide un deseo porque sucedió algo extraño y fuiste testigo de eso.

Ese primer deseo que impulsó la creación, sigue siendo el mismo a pesar de las diferentes concepciones que tengamos del mundo. También, hay un deseo entre los seres humanos de tener algo en común, de estar unidos como comunidad. Por eso, la intención de la pieza es dar pauta a ese punto en el que podamos coincidir al mismo tiempo y en el mismo lugar. Además, de provocar en las personas ese efecto sorpresa que causaban los fenómenos astronómicos antes de que la ciencia nos dijera en qué momento iban a suceder. Se trata de una ilusión de un fenómeno de la naturaleza que, no puede ser mediado por la ciencia porque no es real, y por lo tanto se convierte en cultura y tenemos mayor capacidad de asombrarnos ante eso que no sabemos qué es.

Uno de tus proyectos anteriores fue La gravedad de los asuntos, cuéntame un poco de esa expo y cómo se relaciona con lo que presentarás en Proyecto líquido.
Se relaciona en cuanto a los diferentes usos de la tecnología y de cómo usamos y cuestionamos el conocimiento científico. También tiene un poco que ver con lo que mencionaba sobre el misterio de los fenómenos naturales, porque la gravedad nos tiene parados sobre la tierra y no sabemos por qué.

Mi investigación tuvo que ver con la gravedad y el tiempo. En cómo afecta el tiempo a la gravedad, pensando que la gravedad afecta la curvatura del espacio-tiempo. En la física se ha investigado cómo podría ocurrir una singularidad en un hoyo negro con respecto al tiempo. 

Por otro lado también está presente cómo podemos darle un uso cultural a estas tecnologías que están reservadas para áreas muy específicas. Yo que soy el primer público, siempre busco alternativas de mirar el mundo.

¿Cómo fue el proceso de planear tu intervención el cielo para Proyecto líquido?
Primero mi mente se quedó en blanco y todos los días miraba al cielo y me preguntaba qué podría hacer. Observaba aquellas cosas de las que no nos percatamos. También le presté atención a cómo han cambiado los usos que le damos al cielo. Hoy en día a nadie le sirven los datos científicos para su quehacer cotidiano, en otros tiempos sí. Nos hemos alejado del cielo y lo hemos dejado de mirar.

Parte del proceso fue pensar en algo que todos pudiéramos compartir, porque si algo nos une es el cielo. Nos pertenece a todos.

¿Cómo crees que será la reacción del público ante este simulacro de un fenómeno natural?
No tengo idea de cómo reaccionará la gente. Estoy un poco nerviosa porque no sabemos exactamente cómo va a suceder. Debido a que ya he pasado por esta incertidumbre con otros proyectos, no me gusta tener expectativas. Pero, quiero tener el deseo de que realmente suceda algo lindo, que suceda un asombro, que suceda algo que nos haga mirar al cielo sin tener que poner ahí todas nuestras preocupaciones cotidianas. Aunque, yo sé que va a pasar de todo.

El primer deseo. Vie 9 de diciembre, a partir de las 5:30pm en el cielo de la Ciudad de México.

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