Federico Silva, Lucha y Fraternidad. El triunfo de la rebeldía nos presenta la oportunidad, única hasta ahora, de ver por primera vez una recolección tan importante, completa e interesante del trabajo del escultor y pintor mexicano. Y es que hasta antes de esta exposición no se habían reunido tantos trabajos de tantas etapas de Silva. Es la última muestra en la que colaboró activamente, ya la vimos y te platicamos lo que nos gustó y lo que tienes que saber.
Ideal para conocer a Federico Silva
Así como la última película de la maestra del cine francés Agnès Varda -Varda por Agnès (2019)- resulta ser la mejor manera para acercase a su filmografía; Federico Silva, Lucha y Fraternidad. El triunfo de la rebeldía pareciera ser la mejor manera para adentrase al trabajo de Federico Silva. No es solo una recopilación de sus trabajos, es un dialogo a lo largo de toda su obra, sus etapas, aficiones, intereses y habilidades.
Vemos desde sus inicios en 1945 en su inquietud por las detonaciones nucleares en japón, pasando por su concreción en los ideales de izquierda que marcaron buena parte de su obra. Aquí se ve la influencia que tuvo del muralismo. Pero ese es solo el primer núcleo, ya que la exposición de Bellas Artes se compone de 4: Del realismo a la abstracción; La subversión de la forma; Esculpir el tiempo, flechar la luz; Escritura y ejercicios plásticos recientes.
Lo más interesante
Durante toda la exposición verás sus pinturas y esculturas. La que más llama la atención cuando te adentras al Museo, en el primer piso del Palacio de Bellas Artes, es una creada con espejos, que reflejan patrones circulares por el techo de la sala. Pero si de ideas y aportes al arte hablamos, quizá lo más interesante es su opinión del “cinetismo”, él lo llamó “la nueva pintura”, una técnica similar a lo que se hace en cine, pero distinto al videoarte. Algo revolucionario para su época y que preferimos que vayas a conocerlo porque poco de lo que contemos aquí la hará justicia.
Cosas que no amamos
A pesar de reunir gran parte del trabajo de Federico Silva, la exposición se hace breve y a momentos pareciera que hay muchas piezas y obras de relleno. Sin duda la existencia en este espacio de algunas de sus esculturas nos gusta, nos hace rodearlas, buscarles formas y sentidos. Nos quedamos con ganas de ver más sobre la técnica laser, una de las más importantes del artista, que si bien es mencionada, no se muestra mucho.
Finalmente, la exposición nos gustó, y es particularmente desgarrador que el artista no haya tenido oportunidad de inaugurarla tras fallecer el mismo 30 de noviembre que abrió. Pero se convierte en una gran oportunidad para conocerlo y honrarlo.
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