Existen personas que influyen tanto que se convierten en un referente en diversos ámbitos, tales como la caricatura, la pintura y la cinematografía. Este es el caso del colombiano Leo Matiz, quien figuró como uno de los máximos fotógrafos cuya obra tocaría al muralismo y a la época del cine de oro mexicano.
El Museo Antiguo Colegio de San Ildefonso presenta la exposición Leo Matiz: El muralista de la lente. A cien años de su nacimiento 1917-2017 con una selección de 81 fotografías; además de dibujos, caricaturas y notas periodísticas que en conjunto narran parte de la vida que tuvo este personaje en México.
El estilo de Matiz se determina por su gran lenguaje estético con un equilibrio entre el brillo y la penumbra, la quietud, el movimiento y la atmósfera. Sin olvidar su característica más notoria: la alegría reflejada en sus piezas. La capacidad de lograr encuadres es atribuida a su preparación y a todos los oficios a los que se dedicó: fue caricaturista, publicista, galerista, conocedor de las reglas clásicas de composición y enterado del ejercicio periodístico.
"En la muestra conocerás el trabajo de Matiz, cuyas imágenes fueron empleadas por los muralistas Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco para la elaboración de sus cuadros y murales, pues no siempre pintaban de memoria", cuenta el biógrafo del artista, Miguel Ángel Flórez Góngora.
El también dibujante trabajó en un gran número de películas del cine mexicano; en ese lapso retrató a personalidades como María Félix, Joaquín Pardavé, "Cantinflas", los hermanos Soler, Luis Buñuel y Lupe Vélez —tomó su última fotografía poco antes de falleciera la actriz.
En su estancia en México, Matiz se introdujo en un círculo selecto de intelectuales y entabló amistad con artistas y personalidades de la vida cultural de la CDMX, uno de ellos fue José Clemente Orozco con quien forjó una gran empatía, muestra de ello son sus fotos del muralista en distintas facetas: en su estudio, leyendo el periódico, conviviendo con su hijo e inclusive sonriendo.
Leo Matiz estuvo presente, como muy pocos, en momentos decisivos de la historia del siglo XX. Conoció y fotografió a prácticamente todos los personajes importantes del espectáculo, del arte y la cultura de aquella época; y su trabajo tuvo una influencia innegable en más de uno de ellos. Es por el conjunto de estas cualidades que era necesaria una exposición dedicada al llamado muralista de la lente.