Los 10 mejores libros de 2019

Una constante en la obra de Verónica Gerber es el incansable diálogo entre expresiones y referentes artísticos. En este libro objeto, la autora de Conjunto vacío pone en conversación al cuento de Amparo Dávila El Huésped y la obra visual La máquina estética de Manuel Felguérez con fotografías propias, a fin de evocar la historia y el presente del poblado minero Nuevo Mercurio, en Zacatecas: una experiencia única de lectura.

“En mi intervención al cuento lo que hay es una mujer atrapada por una institución o una empresa que no la deja salir de su cuerpo, de su ciudad, de su propia existencia. Y esa instancia puede ser lo mismo una refresquera que el patriarcado”.

Almadía, 2019.

"Yo quería escribir una novela, pero se fue desmontando en un libro, desde mi perspectiva, inclasificable, fragmentario, hecho de varias voces, de varios discursos y a través de la técnica del recorte, la reescritura, la copia y el plagio, empecé a escribir un libro sobre los discursos de otros y otras”, señala la autora de El clan de los insomnes.

De todo eso va este proyecto de escritura conceptual y experimental que es uno de los más complejos y, a la vez, accesibles libros sobre el tema de las ideas literarias y la forma de concretarlas sobre el papel.

Sexto Piso, 2019.

A decir de su propio autor, esta novela que habla sobre un niño que es acompañado en todo momento por el dolor —como una sombra, como una mascota—, puede ser tan triste o divertida, dependiendo de la lectura que se le de.

El escritor, una de las mayores figuras de la literatura italiana, está feliz de tener su más reciente novela (anteriormente publicó Saludos cordiales y Un mapa de la ausencia, traducidas al español) traducida y publicada en México, por una editorial independiente. “Cuando escribes no tienes un tema, no piensas que estás escribiendo sobre el dolor, solo sabes que estás contando una historia”, asegura. 

Traducción de Laboratorio Traduxit, Elefanta, 2019

Primero es la imagen y enseguida viene la palabra. Viejas fotografías son el punto de partida para evocar la historia de dos hermanos que en la infancia padecieron violencia y ahora viven sus secuelas. Alaíde Ventura presenta su segunda novela (la primera fue Como caracol, Premio Gran Angular 2018) y lo hace a través de fragmentos que son recuerdos, pensamientos, listados:

“Son fragmentos porque son bloques de recuerdos complicados y dolorosos que llegan de pronto, punzan y se van. Y, por otro lado, yo como escritora y lectora tiendo a la brevedad, por los tiempos: si tengo un ratito en el trayecto, en un descanso o en la hora de comida, leo un poco o escribo un poco”.

Premio Mauricio Achar-Literatura Random House 2019, Literatura Random House, 2019.

Su publicación en 2012 redefinió la narrativa argentina. Una historia que sucede en el campo y protagoniza una madre de familia, una mujer asfixiada por su familia y su entorno en el que no sabe si eliminar a su marido, a su hijo o a ella misma.

“Entiendo que hoy se lea distinto ante la reactualización del feminismo, la reconstrucción del machismo y la deconstrucción del rol del hombre contemporáneo. Se lee bajo otros ojos, pero yo entro a la novela y me olvido de todo eso: las imágenes, las metáforas, la música y la lengua no pertenecen ni a esta época ni a la anterior: es una novela que es como un ente, como un ovni. Eso me encanta”.

Dharma Books, 2019.

Este año vio la luz esta colección de cuentos ganadora del Premio Nacional de Narrativa Gerardo Cornejo 2017. “El título parte de una imagen poética: uno de los personajes es una chica que tiene las manos totalmente engarrotadas, pero para el protagonista son como ramas. Como ella se pinta las uñas de color rosa, él dice que le recuerdan a las flores de Japón, aunque él nunca haya ido allá. Esa imagen contrasta con todos los horrores que se desatan a lo largo de las historias”.

En estos relatos, Laura Baeza retoma una tragedia de la explosión de una planta nuclear de la que siempre escuchaba hablar a su familia y la convierte en historias breves y contundentes.

Paraíso Perdido, 2019.

Sexo, drogas y rock and roll, ese lugar común que en nuestros tiempos y espacios sigue fungiendo como mantra de muchos sectores de la sociedad, es llevado a una muy alta expresión del periodismo literario en estas crónicas de bajos fondos de Carlos Velázquez, autor de libros de culto como La marrana negra de la literatura rosa.

“Mi producción como cronista y como autor de cuentos se focaliza en personajes marginales. La crónica es un territorio en el que me siento bastante libre porque me permite experimentar con otra voz, que también es la mía, pero desde la primera persona, mi experiencia en la cultura urbana y en la musical”.

Cal y Arena, 2019. 

“La música me llevó a sentir muchas cosas y me puso en contacto con mi cuerpo, a través del baile. Soy bien bailadora. Soy la peor bailando con parejas, porque para mí bailar es dejarte llevar, no seguir los pasos”, afirma la periodista mexicana que en este ensayo habla sin tapujos sobre la estrecha relación del sexo y la música a lo largo de la historia de la humanidad y hasta nuestros días.

Sustentado en una profunda investigación, este trabajo se convierte de inmediato en una invitación al goce de aprender, escuchar y sentir.

Turner, 2019.

Veinte años después de su publicación en Taiwán, llega la versión en español de un clásico de los libros para niños. Se trata de una fábula sobre la ira y el llanto en los niños, que definitivamente repercute en los adultos que también la leen.

“Lo escribí por una experiencia personal en la que yo me sentía muy enojado y no podía controlar ese enojo y quería expresarlo de alguna manera. Y me di cuenta que mi libro podía ayudar a los niños a lidiar con sus emociones, porque vi que los padres lo usaban como un material didáctico con sus hijos”, asegura el autor.

Traducción de Alonso Coronado, La Cifra Editorial, 2019. 

Aún resuena en el panorama de la poesía mexicana el libro Antígona González, en el que Sara Uribe logra crear belleza a partir de la devastación ocasionada por las desapariciones en diversas partes del país.

Ahora presenta una reflexión sobre los procesos creadores de mujeres escritoras en un avanzado siglo XXI en el que aún persiste el modelo patriarcal. “Yo doy talleres de poesía y me topo con estereotipos, tabúes e ideas que los alumnos tienen sobre la escritura: es empezar a cuestionar y romper esos moldes”.

Dharma Books, 2019.