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[title]En 2019, el realizador Ernesto Contreras terminó su cargo como presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, así que regresó a lo que ama hacer: cine. Con su último trabajo, Sueño en otro idioma (2017), ganó importantes premios como el Ariel a Mejor película. Contreras estrena este fin de semana Cosas imposibles, su nuevo filme y el cual está recibiendo críticas bastante positivas.
Cosas imposibles presenta a Matilde, una mujer de edad avanzada que tras la muerte de su abusivo esposo tiene miedo de disfrutar la libertad que por toda su vida anhelo. A la par conocemos a Miguel, su joven vecino, quien por fuera proyecta seguridad, aunque por dentro es inseguro a causa de los constantes rechazos por parte de su familia. Juntos, poco a poco, entablan una amistad que les dará todas las herramientas para empezar a disfrutar lo que nunca habían tenido: felicidad.
Platicamos con el director Ernesto Contreras y sus protagonistas, Nora Velázquez y Benny Emmanuel, sobre este filme que ya es considerado como una de las mejores producciones mexicanas del año.
La química que existe entre Matilde y Miguel es la magia de toda la película, ¿cómo hicieron para crearla?
Nora Velázquez: Ernesto fue quien nos hizo el favor de tener esta oportunidad, ya que no teníamos la fortuna de conocernos. Desde el principio nos caímos muy bien. Eso hizo que empezáramos a trabajar con mucho gusto, alegría y entusiasmo porque este guion nos daba a unos personajes que nos permitían echarle todas las ganas. Ernesto siempre estuvo ahí para guiarnos y entregar justo lo que requería.
Benny Emmanuel: Correcto, la verdad es que no fue tan complicado. Nora es una persona muy divertida, pero realmente es alguien a quien admirar porque es muy rico trabajar con ella; es profesional todo el tiempo y tiene la capacidad de romper el hielo muy fácil. Genuinamente nos llevamos excelente desde el primer encuentro.
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Ernesto, ¿cómo llega esta historia a tus manos?
Ernesto Contreras: Hace un par de años, cuando aún seguía como presidente de la Academia (la AMACC) me invitaron a la premiación de la décimo tercera edición del concurso Matilde Gandeta, para guionistas y adaptadoras. Cuando el jurado anunció a las ganadoras, dijeron las razones por las cuales habían ganado. Del primer lugar me encantó lo que dijeron, tanto que me llamó la atención todo lo que decían del guion de Fanie Soto, una joven talentosa de Guadalajara. Ese día me le acerqué con ella y cuando me platicó de qué iba su trabajo, con el cual esperaba debutar con ficción de largo, le dije que por favor me déjara leerlo primero. Ese mismo día me lo envió y te prometo que desde la página 25 ya estaba enganchado. Yo estaba convencido de que tenía que ser mi próxima película. Es como seguir tu instinto porque las tripas te dicen: ¡Aquí hay algo!
Nora tienes un carrera de más de tres décadas, pero curiosamente en los últimos años has hecho más drama. ¿Qué significa esta etapa para tu carrera?
Nora Velázquez: Es como un milagro, tal cual, porque recuerdo tener ese sueño guajiro de hacer un personaje de este tipo tan maravilloso, interesante, profundo, el cual te deja esta esperanza de que la vida se pueda resolver. La gente ya me veía encasillada con “Chavelita”, aunque yo sentía que no lo estaba porque me gusta hacer cosas distintas, pero el personaje que siempre resaltaba más era ese. Me gusta arriesgarme. Aunque todo fue gracias a don Arturo Ripstein, quien me descubrió viendo videos de “Chavela” en YouTube; entonces me invitó a trabajar con él, y ya con eso Ernesto Contreras vio mi trabajo y cuando llegó el casting me hizo el favor de audicionar para el personaje. Imagínate nada más la historia que te estoy contando, estoy agradecida y feliz. La oportunidad de hacer a Matilde en esta película es un sueño hecho realidad.
Benny, ya eres considerado como el actor promesa del cine mexicano. ¿Cómo eliges tus trabajos?
Benny Emmanuel: Busco la oportunidad de hacer personajes ricos con problemas reales, con situaciones por las cuales el público se identifique, que te lleve a lugares de reflexión y genere empatía. Soy muy afortunado de contar este tipo de historias. Miguel es solitario y totalmente distinto a lo que estaba acostumbrado y por lo cual tuve que indagar en profundos demonios personales. Me llamó mucho la atención que Miguel no podía ser él mismo ante la gente, motivo por el que vive reprimido. Todos estos elementos hicieron que disfrutara el reto y abordara a este personaje dando lo mejor posible.
Ernesto, todas tus películas tienen al entorno como otro protagonista y en esta ocasión no es la excepción, ¿cómo encontraste este lugar tan colorido y único?
Ernesto Contreras: Fue muy orgánico todo porque, al buscar locaciones, la gente de producción me mostró imágenes de estos edificios morados con este diseño tan particular que tienen una iglesia al frente, con un estilo medio japonés y un campanario impresionante. Ahí dije: necesito que sea mi lugar. Vuelvo a los instintos y algo me movió, por lo que les pedí que me llevaran. Cuando llegamos también descubrí el juego mecánico de los dragones, que me pareció tan surreal que dije esta es otra señal y de hecho sale varias veces en la película. Para mí fue como: ¡Todo esto existe en la Ciudad de México y no lo conocía! En ese momento elegí que esta locación fuera el eje rector de la propuesta junto a Cesar Gutiérrez, el director de fotografíam y Diana Sade, la directora de arte. A partir de ese momento los colores, las texturas, el vestuario, todos los elementos tenían que ver con esta convención o sintonía que queríamos lograr. Esta historia con estas características va a suceder en este espacio y eso le daba pie a la música y al tipo de personajes que aparecen en la película, entonces pues nada todo se fue sumando. Hacer cine es como hacer un rompecabezas en el que juntas todos los elementos para que al final salga una imagen completa.
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