Paul Feig, director de éxitos como Bridesmaids y Spy, regresa con Otro simple favor, secuela de su thriller cargado de humor ácido y estilo. En esta nueva entrega, Stephanie (Anna Kendrick) y Emily (Blake Lively) se reencuentran en la lujosa boda de Emily en Capri, donde entre champán, secretos y cadáveres, el caos no tarda en llegar.
Henry Golding vuelve como el encantador Sean, consolidando su lugar como uno de los galanes más versátiles de Hollywood tras su trabajo en Crazy Rich Asians y The Gentleman.
Time Out México platicó con el director y con Golding sobre el estreno de esta película, disponible en Amazon Prime Video.
No te pierdas: K-Dramas imperdibles para ver con Mamá.

En tus películas siempre encontramos dos lados: uno perverso, oscuro y glamuroso como Emily, y otro tierno, encantador y medio torpe, como Stephanie. ¿Esos lados son los que te definen como contador de historias, o por qué te atraen?
Paul Feig: Me encantan las historias sobre gente incomprendida. En todas las películas que he hecho, el personaje principal no es el más seguro o “cool” del mundo. Siempre tiene un problema con la forma en que el mundo lo trata. Para que entre a un mundo como este, tenemos que darle justo lo contrario, para retarlo y llevarlo por caminos diferentes que lo hagan ganar confianza y enfrentarse a quien lo desafía. Me encanta esta dinámica porque, al final, es la historia de nuestras vidas. Todos nos hemos sentido raros e incomprendidos en algún momento, y eso hace que cualquiera pueda identificarse.
Esta historia habla sobre la amistad y la confianza en personas que suelen mentir. ¿Crees que permite hablar de las amistades modernas?
Paul Feig: Se trata de confiar, aunque con sospechas. Alguien que crees conocer bien, un día aparece siendo completamente diferente o te pide algo que no esperarías. ¿Cómo saber si sigue siendo la misma persona? El hecho de que Emily haya intentado asesinar a Stephanie, y que cinco años después le pida ser su dama de honor en su boda en Italia… ¿quién no sospecharía de eso? Todo eso está ahí para generar giros inesperados en la trama.
Henry, esta historia también habla de identidad, reinvención y supervivencia. Son habilidades necesarias para durar en Hollywood. ¿Alguna vez sentiste que tuviste que hacer como tu personaje para mantenerte en la industria?
Henry Golding: Esa es una pregunta divertida. Es interesante porque lo que he aprendido es que puedes ser el chico bueno y aún así triunfar. Paul es el ejemplo perfecto de eso. Ha tenido mucho éxito sin ser una mala persona. Si haces lo que sabes, si trabajas con gente que te entiende y tiene buenas intenciones, esas personas se atraen. No creo que tengas que ser alguien malo para triunfar en esta industria.

Esta es tu primera secuela. ¿Qué te hizo volver a este universo y qué querías contar? ¿Por qué dijiste que sí a esta segunda parte?
Paul Feig: La película se volvió muy popular en las plataformas, en parte por la pandemia. Y además, yo extrañaba a estos personajes. Hay proyectos que simplemente se terminan, pero hay personajes que se quedan contigo. Stephanie y Emily se han convertido en unos de mis favoritos, desde su creación. Entonces, si teníamos la idea correcta, tenía que suceder. Y surgió una idea divertida que nos permitió reunir al equipo otra vez. Fue imposible decir que no.
Y Capri también se convierte en un personaje más. ¿Qué tiene esta ciudad italiana que la hace única? Ustedes han trabajado en muchas locaciones exóticas, ¿qué la distingue?
Paul Feig: Siempre quise filmar ahí. Llevo 30 años yendo de vacaciones y conozco a la gente del lugar. Siempre decía: “Quiero poner este sitio en una película”, pero no sabía cómo ni con qué historia. Cuando llegamos a esta idea, sabíamos que tendría una boda, así que queríamos que fuera en un lugar único. En cuanto lo pensamos, supe de inmediato que tenía que ser Capri.
Te puede interesar: Entrevista con Pom Klementieff por Misión: Imposible – Sentencia Mortal Parte 2.