Ruido de Natalia Beristain
Foto: Cortesía Netflix

Natalia Beristain explora las desapariciones en México con nueva película, Ruido

La nueva cinta de la directora mexicana estrenará en algunas salas de cine y llegará a Netflix

Stivi de Tivi
Escrito por
Stivi de Tivi
Publicidad

Con solo dos películas en su filmografía, la directora mexicana Natalia Beristain se hizo un nombre en la industria nacional e internacional. Este mes estrena en Netflix —y en algunos cines—su tercer largometraje que presentó en el Festival de San Sebastián y en la pasada edición del FICM: Ruido, el trabajo más arriesgado de su carrera. Coescrita por Alo Valenzuela y el periodista Diego Enrique Osorno, está basada en números casos de familias que no han parado de buscar a un familiar desaparecido sin el apoyo de las autoridades. Otro reto al que se enfrenta la realizadora es en dirigir a la primera actriz Julieta Egurrola, su mamá en la vida real, quien interpreta a la protagonista.

En la película seguimos a Julia, una artista plástica que desde hace nueve meses está buscando a su hija Ger, quien desapareció en unas vacaciones por el sur del país. Las autoridades no han avanzado nada en el caso, el miedo a que el narcotráfico o la trata de personas tengan algo que ver no la dejan dormir por lo que junto a la periodista Abril Escobedo (Teresa Ruiz) deciden ir al lugar donde ocurrió y seguir paso por paso los últimos momentos en que su hija fue vista.

Julieta lo es todo en este filme, su cuerpo está entregado al proyecto, su mirada traspasa el cine y nos hiere, su respiración desesperada la sentimos en la nuca, pocas veces tenemos trabajos tan desgarradores y contundentes. Es la actuación del año porque nos trae a la vida la peor pesadilla a la que una madre se puede enfrentar. 

El filme pasa por varios géneros y ritmos, el primero es un demoledor drama silencioso que se convierte en un thriller detectivesco en el que estamos parados en medio de la nada sin saber por dónde caminar para terminar siendo una demanda social contra el estado y las autoridades. Es un grito desesperado por todas las personas que no han sido escuchadas, un grito lleno de rabia por las personas que han sido ignoradas, un grito que desea hacer ruido, mucho ruido. 

Esta no es una película fácil y no muchas personas llegarán al final de ella porque conforme avanza la esperanza se va perdiendo y vemos que la mirada de Julia, aunque sigue firme empieza a aceptar la realidad tras ver los horrores que ocurren en el país. Es dolorosa, incómoda y desolada, lo único que no te permite caerte son justamente las mujeres que van apareciendo en el camino que directa o indirectamente le dan apoyo, cariño y fuerza a Julia.

Las producciones sobre el narcotráfico abundan desde hace años, pero recientemente se han empezado a contar historias que tocan el daño colateral que este produce en la sociedad. Tan solo el año pasado tuvimos la miniserie Somos y la película Sin señas particulares, este año el documental Te nombré en el silencio, el filme La Civil y Noche de fuego que se llevó el premio Ariel a la mejor película. Todas ellas denuncian la descomposición del tejido social que el crimen organizado produce. Y tal vez justo ahí es donde Ruido flaquea, nos cuenta algo que ya hemos visto y de manera más efectiva, de repente parece que estamos en un deja vu cinematográfico, hasta el último acto es cuando este trabajo destaca con un impresionante plano secuencia bastante elaborado. 

Ruido habla sobre la ausencia de sonidos en la soledad, sobre la mente inventado historias, sobre el coraje que provoca a otros el no quedarte callada, sobre los ecos que hacen las murallas al ser derivabas por la fuerza de unión de todas las mujeres. No es el mejor trabajo de Beristain, pero si es uno que hará un parteaguas en su carrera, uno en el que vemos un enorme crecimiento narrativo y visual. Es un trabajo que nos dejará con mucho ruido interno por días.

Recomendado
    También te puede gustar
    También te puede gustar
    Publicidad