The Studio.
Fotografía: Cortesía de la distribuidora. | The Studio.
Fotografía: Cortesía de la distribuidora.

Platicamos con Evan Goldberg sobre la experiencia detrás de The Studio

La nueva serie de Apple TV+ es una comedia que convierte el caos del cine en una sátira brillante, divertida y sin filtros.

Escrito por: Stivi de Tivi
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De Vancouver para Hollywood. Evan Goldberg se ha hecho un nombre en la industria gracias a su colaboración con Seth Rogen. Juntos han creado comedias emblemáticas como Superbad, Pineapple Express, This Is the End, y exitosas series como The Boys y Preacher, donde siempre encuentran formas originales de mezclar humor salvaje con crítica social. Este año estrenaron The Studio, una producción que crearon, escribieron y dirigen, en la que se ríen del caos que ocurre detrás de cámaras en un gran estudio cinematográfico. Una comedia feroz sobre lo que pasa cuando los creativos y los ejecutivos corporativos intentan convivir.

Esta semana se estrena el final de la primera temporada en Apple TV+, motivo por el cual hablamos con Evan Goldberg sobre lo que significa satirizar la industria desde dentro y burlarse del sistema que los hizo famosos.

Aquí te dejamos un adelanto:

¿Cómo fue dirigir a Martin Scorsese, Ron Howard y más? ¿Cómo fue dirigir a maestros detrás de la cámara? ¿Qué tal la experiencia?

Fue una de las mejores experiencias de nuestra vida. Esos días fueron una locura. También estábamos muertos de miedo, porque estábamos dirigiendo a alguien que es, probablemente, mejor director que nosotros. Filmamos el show con una sola cámara y lente, pero ese día, con Scorsese, llevamos una segunda cámara por si acaso él sentía que era necesaria. Incluso pensamos que en algún momento nos diría: “¡Corten las cámaras, esto es estúpido!”. Teníamos respuestas preparadas para no vernos tontos, porque queríamos mostrarnos como directores, como él.

Mientras filmábamos una escena de fiesta, vi que Scorsese le decía algo a Charlize, y durante los cortes ambos me miraban. Cuando terminamos la escena —porque una vez que comenzamos no paramos, tomamos y tomamos hasta la toma nueve—, me acerqué a Charlize y le pregunté de qué hablaban. Ella me dijo: “Martin sabía que lo estabas haciendo mal, y yo le dije que te lo dijera, pero él no quería ser esa persona que te dice cómo hacer tu trabajo. Confiaba en que yo lo sacaría adelante, vería mi error y lo corregiría”. Al final, lo hice y todo salió bien. Le dije que debería haberme dicho algo, y Martin solo encogió los hombros y dijo: “No es mi lugar. Hoy solo soy un actor”.

Otro gran momento de ese día fue cuando Seth e Ike estaban platicando con él durante un corte, y en un momento les dijo: “Chicos, dicen mucho ‘fuck’”. Ambos me voltearon a ver como diciendo: “¿Nosotros? ¿Decimos mucho ‘fuck’?”. Y le respondieron: “¡Tú eres quien nos enseñó que podíamos hacerlo!”. Fue un gran momento con él.

¿Qué tanto de tus experiencias reales en la industria están reflejadas en la serie?

Hay elementos que están exagerados, pero mucho está bastante cercano a nuestra experiencia real en Hollywood. Las conversaciones, cómo se habla de ciertos temas, la forma en que las personas se tratan… todo eso está muy basado en la realidad. Algunas escenas las escuchamos directamente porque estuvimos en ese cuarto, o porque alguien nos contó lo que pasó. Claro, hicimos que algunas personas se vieran geniales. También hay cosas que están alejadas de la realidad, como la forma en que visten. En la serie se visten mucho mejor de lo que lo hacen en la vida real. La gente en Hollywood puede vestirse de forma bastante ridícula.

Tienen a algunas de las personas más talentosas de la comedia. ¿Cómo fue la selección del elenco?

Conocíamos a muchos de los actores por trabajos previos. Cuando estábamos armando el elenco, Seth y yo hablamos de que queríamos tener un reparto lleno de estrellas de la comedia. Al reunirlos, se entendieron rápidamente y disfrutaron trabajar juntos. Fue una grata experiencia, porque todos son personas geniales y muy divertidas.

Además, la manera en que filmamos, usando muchos planos secuencia, exigía precisión. Si uno de los actores se salía del libreto o tenía que improvisar, arruinaba toda la toma. Por eso necesitábamos gente con experiencia y habilidades para sostener ese nivel. Solo dudamos un poco con Chase Sui Wonders, porque no tenía experiencia en planos secuencia, pero confiamos en que podría lograrlo. Era la única con la que no habíamos trabajado mucho antes, pero entendía tan bien la comedia que nos dio confianza. Al final, todos se adaptaron muy bien al proceso. Hubo un par de ocasiones en que extras o personajes menores no estaban preparados, y eso sí fue un problema.

Siguiendo esa línea, ¿los cameos tan increíbles que tienen fueron fáciles de conseguir?

Cada uno fue único. Seth y el equipo tuvieron que crear ideas específicas, con chistes diseñados para cada episodio. En el caso de Martin Scorsese, leyó el guion que escribimos para él y respondió de inmediato. Nos sentimos afortunados; el guion era muy bueno. Charlize Theron es una amiga con la que ya habíamos trabajado, y sabía perfectamente el tipo de show que era, así que se adaptó de inmediato.

Los cameos fueron una parte complicada de la serie. Hubo un departamento específico que se encargó de eso. Siempre estás pensando en cómo adaptarte a su tiempo y en cómo entusiasmarlos para que quieran participar. Trabajar en Los Ángeles ayuda, pero todos sabían exactamente qué venían a hacer. Y lo mejor: se notaba la autenticidad de lo que es realmente trabajar en Hollywood.

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