Después de cambiar de locación dos veces, el bar Jet hace una última parada y se establece en la Condesa pero ahora en Elisea, que oficialmente inaugura sus jueves para la comunidad LGBTTI.
Llegué pasadas las 11pm y fácilmente identifiqué el lugar por el letrero con su nombre en luz neón morada. La puerta, totalmente negra, está resguardada por el cadenero que tiene malos modos, algo que no me desanimó. Después de dejar pasar a otro grupo de personas, me permitió la entrada.
Pagué $140 de cover y pasé la cortina negra que divide el bar del pasillo de entrada. De frente puedes ver la barra, la cual cuenta con coctelería, vinos y algo que agradezco: ¡bebidas sin alcohol! Me acerqué y pedí un ginger con pepino, en lo que lo servían le eché un vistazo a Elisea.
Frente a la barra está el dj y una pequeña pista que posee luces tanto en el piso como en el techo, algo lindo pero que ya hemos visto en Envy o Guilt, sobresale un letrero neón que recita “Dreams are on the air”.
Alrededor hay pubs con mesas pequeñas que sólo se ocupan si compras botella, lo que obliga a todos los demás a estar en la barra porque no hay dónde sentarse. Al fondo a la izquierda está otra barra especializada en cerveza.
Me sentí algo incómodo porque todos iban casual; zapato sin calcetines y saco, y yo vestía con jeans y una playera con palmeras. Me gustó ver muchas parejas de lesbianas besándose, algo que casi no se ve en los bares LGBTTTI fresas de la ciudad.
Los dos djs que estuvieron en mi visita a penas y rebasaban los 20 años, lo que celebramos porque le dan espacio a nuevos talentos. Complacieron a todos con éxitos ochenteros, noventeros y actuales. Algo que llamó mi atención fue que no mezclaban, más bien parecía de esas noches de iPods que se organizaban hace algunos años en el Pasagüero.
Elisea posee un buen ambiente y tragos a un costo accesible, aunque funciona más como un bar para iniciar el precopeo o salir con tus amigos en plan relax, sin tanta destrucción.