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[title]Luis y Andrés son pareja, pero Andrés es el candidato favorito para ser el gobernador de la ciudad y pertenece a un partido político bastante conservador por lo qu, para que no peligre su campaña durante las elecciones, Andrés le pide a Luis que se encierre en una casa que tiene a las afueras de la ciudad durante 90 días hasta que el 2 de julio sean las elecciones. Aunque Luis en un principio acepta sin pensarlo, con el tiempo el secreto lo irá despertando. Esta es la trama de 90 días para el 2 de julio, ópera prima de Rafael Martínez-García (también guionista), y que es protagonizada por Armando Espitia, Luis Arrieta y Danae Reynaud.
Platicamos con Rafael y los tres protagonistas sobre esta comedia -medio- romántica que ya se estrenó en varios cines selectos de la ciudad de México.
Armando, eres tú, la casa y un par de personajes que entran y salen, pero tú eres toda la película, ¿cómo fue esta experiencia?
Armando Espitia: fue muy rico porque pocas veces tienes tiempo y espacio para explorar a un personaje y aquí lo pude hacer. Todo el tiempo estoy en pantalla recibiendo a actores talentosos que venían a traer cosas diferentes a la dinámica. Si te fijas cada personaje que entra trae un nuevo ánimo a la vida monótona que vive Luis, recibía lo que el otro me daba. Cuando él estaba solo era divertido llenarlo de pensamientos y emociones.
Entonces Danae, ¿Qué significa Natalia en la vida de Luis? Hay un antes y un después de ella en la película.
Danae Reynaud: la presencia del otro enriquece mucho porque recordemos que Luis decide estar solo 90 días por eso cuando alguien incómodo como Natalia llega al principio la rechaza, pero él irá descubriendo que viene porque le va a enseñar algo. Ella representa ese enamoramiento en el que te encierras y no ves nada más, entonces Natalie es el recordatorio de que la vida sigue, que existe gente afuera con sus propios problemas. Él está encerrado en un lugar que no conoce en lugar de vivir la aventura de la vida, pero la aventura se mete en su casa.
Luis, Andrés es el típico político que con una sonrisa te promete cosas, aunque sabemos que son mentiras, pero eso le da paz a Luis, ¿Cómo es crear esto?
Luis Arrieta: ¿Tú crees que mi personaje da paz? ¿Crees que Andrés no quiere a Luis?
Claro, porque cuando sales llegas a hacer que los miedos, inseguridades y la ansiedad se vayan, y yo no creo que Andrés lo quiera.
Luis Arrieta: wow, no lo había visto de ese modo y me llama mucho la atención. Andrés si encuentra paz con Luis porque tiene esta presión muy grande allá afuera, pero dentro de esa casa solo es él con alguien más que lo quiere gane o no. Entonces algo de él descansa cuando está con Luis y ahora lo que tu mencionas me hace pensar que lo que Andrés deseaba era llevar tranquilidad a un lugar para descansar cumpliendo las fantasías de tranquilidad que Luis necesita. Yo lo trabajé más allá de la piel de un político porque eso ya estaba en el texto, entonces quería que fuera genuino en su conflicto, que no sabe qué hacer, quiere a Luis, pero no se atreve a enfrentar a la gente con su sexualidad.
¿Cómo fue el rodaje? ¿Cuánto tiempo tardaron?
Rafael Martínez-García: la casa la encontramos en puebla porque las que buscamos en CDMX no tenían las necesidades que requerimos y otras que estaban a las fueras complican los tiempos de rodaje, entonces optamos por esta casita en puebla que le pertenece a la familia de la productora. Se hizo en 9 días el rodaje, fueron esos días los que estuvimos encerrados en la casa, los que iban y venían fueron los actores y el único que se quedó todo el tiempo fue Armando, quien vivió lo mismo que Luis porque solo veía entrar y salir a sus compañeros, pero él estaba fijo ahí.
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