1. Foto: Roberto Beltrán
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  2. Foto: Roberto Beltrán
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  3. Foto: Roberto Beltrán
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  10. Foto: Roberto Beltrán
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  11. Foto: Roberto Beltrán
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Leather Extreme Nights

Con arnés y pantalones de cuero fuimos a una fiesta de machos leather. ¿Quieres saber cómo estuvo?

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Si todavía no te animas a ir a alguna de estas fiestas, conoce nuestro especial leather para que vayas bien preparado, no olvides ir de shopping antes para ir bien preparado.

Después de saludarnos, hubo unos segundos de incómodo silencio. "¿Traes tu código de acceso?", le pregunté al Fer.

Desembolsó un smartphone de su pantalón y presionó el icono de un sobre. Creo que clavó la mirada sobre la pantalla más tiempo de lo que yo esperaba. "Justo en la mañana lo chequé, no creo que lo haya borrado... Ah, aquí está". Nos encogimos de hombros y nos reímos como si escucháramos un chiste.

Nos vimos en una de las esquinas más turísticas de la Ciudad de México, con vista al Ángel de la Independencia. Fernando y yo llegamos casi al mismo tiempo, justo a la medianoche.

Estaba excitadísimo. No sólo por las intensas expectativas, sino porque hacía muchos meses, quizás más de 18, que no veía al Fer por causa de esos celos irracionales que suelen nublar el sentido común de los gays.

Un hombre encargado de controlar la seguridad de la entrada revisó nuestras mochilas. No pueden entrar mujeres.

Una vez dentro, la tradición del barrio se transforma de inmediato en otra leyenda, una de arneses de cuero, gorras de piel tipo policía y botas industriales, la indumentaria icónica de la cultura gay leather instaurada por Rob Halford en los conciertos de Judas Priest (aunque luego fuera fusilada por los bobalicones Village People).


Foto: Roberto Beltrán

Es difícil que los vasos sanguíneos no se dilaten a la velocidad de la Fórmula 1, cuando pones un pie en el vestíbulo decorado con cortinas blancas y luces tenues, mientras la música electrónica somete tus latidos a su antojo.

En un escritorio está "el Palemón" con el torso desnudo (con excepción de un arnés) y pantalones de cuero. El Pale, como le dicen sus amigos, es el cerebro y organizador de las Leather Extreme Nights que ocurren un sábado cada dos meses, desde hace tres años. En la entrada nos pide nuestro respectivo número de acceso que fue enviado vía correo electrónico varios días o semanas atrás. Absolutamente nadie puede entrar si no lo muestra. Para conseguirlo hay que mandar un mensaje de texto a Pale o mediante el fan page de Facebook. Hay que hacerlo con antelación, puesto que son muchos los que no quieren perderse este evento y el cupo es limitado.

Tampoco puedes entrar si no llevas un atuendo leather, aunque casi te quedes desnudo. La cuota de recuperación es de 150 pesos.

El Fer y yo nos deshacemos de las camisetas y los jeans que metemos en una bolsa de plástico con un número de identificación. Yo me pongo un arnés que se ajusta sobre los hombros y llega hasta los pectorales, el Fer se pone un chaleco de cuero, chaps y un cachondo sombrero negro. Cruzamos el vestíbulo.

Hay cuartos en penumbras, muebles tapizados de negro con jaulas y banquillos para facilitar un par de posiciones.

La diversión consiste en tragos, charlas candentes, caminatas para medir la temperatura de la acción entre los cuerpos o dejarte llevar por la pupila voyeur, ya sea por los videos porno o lo que haya en vivo.

Las venas de la diversión se encuentran en lo que implica una estricta fiesta leather: besos negros, nalgadas y actividades que suben de tono. Nada es obligatorio y todo se da bajo común acuerdo.

De fondo, el circuit a un volumen extrañamente decente (puedes conversar sin necesidad de gritar), látigos y gemidos de aproximadamente 100 invitados (aunque esta cifra puede aumentar).

Estas fiestas cuentan con un staff que mantiene el orden necesario para que las fantasías se disfruten sin peligro. Despachan una barra libre de agua, refrescos y alcohol. Los malacopas son retirados inmediatamente de la acción.

El Fer y yo descubrimos una especie de roof sado con un cuarto que alberga un sling o columpio. La acción es muy intensa en los dos niveles, aquí los hombres se toman en serio la actitud de macho leather. Nada de coreografías o cuchicheos entre comadres. La fiesta se extiende hasta que el cuerpo aguante, literalmente. Al menos yo tengo mariposas mordisqueando mi estómago...

Leather Extreme Nights: 6° Playing Ass Time. Obtén código de acceso y dirección vía mensaje. Cupo limitado. 55 4143 6413. Sáb 31 de enero 10pm. $120. Dress code: black leather, botas y jockstraps. Facebook: Leather Extreme Group

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