Ya chole con la Zona Rosa

Ya chole con la Zona Rosa para gay-antrear. Te damos ocho opciones para salir de la pink zone

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Guilt
  • 4 de 5 estrellas
  • Gay y lésbico
  • Lomas de Chapultepec
  • precio 3 de 4

Para bailar éxitos en inglés sin culpa. Gays fresas, pero malditos. Este es el hermano polanqueño del Envy. Se encuentra en el interior de un discreto centro comercial sobre Anatole France, en Polanco. De alguna manera mantiene el mismo criterio de selección para entrar que el club de Av. Palmas: no camisetas sin mangas, no shorts, no chanclas, no chispitas sobre camisetas sin mangas, no gorras de beisbol. Sin embargo, sí existe una gran diferencia: entrar es mucho más fácil, y una vez dentro todo es más alivianado que en el Envy. Incluso la música es un poquito mejor. El dj, cuya cabina se encuentra al centro de la pista, rodeada por una suerte de peceras, no pone a Nico from Noze (uno de los actuales exponentes de house), pero sí se avienta una buena sesión de hip hop del que escapan notas de canciones no tan comerciales, aunque las interrumpe para dar paso a “Single Ladies” y aquello es una orgía de gritos de hombres con barba de tres días intentando imitar los pasos de baile de la voluptuosa Beyoncé. Si la entrada por momentos es complicada, se debe a que la demanda de cada sábado (único día que abre sus puertas), es de aproximadamente 1200 personas. Por cuestiones de seguridad, se tiene que mantener un control sobre la capacidad máxima que es de 800 dentro. Pero según Carlos Torres, uno de los socios, en la cadena del Guilt es más importante la actitud que la vestimenta, que no por eso tiene que estar descuidada. Una actitud Guilt sería tremendas ganas de divertirse; cla

Loud
  • 3 de 5 estrellas
  • Gay y lésbico
  • Lomas de Chapultepec
  • precio 3 de 4

Por momentos parece que importa más la ubicación del club Loud que su personalidad. Wenceslao Bruciaga descubre la dosis de placer que provoca pisar el acelerador rumbo a las Lomas de Chapultepec. Lo complicado de arrancar una aventura en el club Loud es el fantasma de su antecesor. Es decir, si alguien pregunta: “¿Y dónde queda?” La respuesta inmediata es: “Donde estaba el Envy. Sus instalaciones han sido ocupadas por una nueva administración, dejando el concepto decorativo prácticamente intacto, a excepción de unas cuantas pantallas de plasma que se han sumado a las ya existentes. Permanecen las mismas sillas poltronas a las orillas y al centro la pista de baile iluminada (como marcaba la tendencia de las discos bugas en los 70). No hay manera de sentirse norteado si eras cliente asiduo del Envy, pues incluso han dejado ilesa la tradición de sólo abrir los viernes. Nos contó Iván Martín, publirrelacionista de Loud, que la principal diferencia es que aunque darán continuidad al concepto de “antro con gente bonita”, la vibra es menos densa que en el Envy. Además, ahora montarán performances, como el de Natalia Sosa, del musical Mentiras o el show de Gloria Trevi, quien después de su concierto en el Auditorio Nacional, presentará aquí una nueva canción. La música quizás sea otro cambio apenas perceptible, predominan los sencillos en inglés y de vez en cuando sueltan un éxito indie, como el multisonado (y ya algo old fashion) Pumped Up Kicks, de Foster The People, en su versión

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Viking
  • Restaurantes
  • Hamburguesas
  • Condesa
  • precio 1 de 4

La verdad es que, inevitablemente, se llega al punto en que los antros pueden caer en lo monótono. Cuando la música, su volumen y, en muchos casos, su descuidada ecualización llegan a caer en lo poco sorprendente, hay que cambiar de ritmos, y para eso está el Viking: un café tranquilo con una decoración agradable y calculadamente pop, donde se puede charlar sin quedarte afónico, con un buen fondo musical, además de cenar baguettes a muy buen precio y disfrutar desde un concierto de jazz, hasta shows de cabaret hechos por ingeniosas y criticonas drags. Es decir, aquí puedes comer entre besos de piquito de pollo con tu pareja y nadie te dirá nada. Nada más déjense limpio el bigote. También puede servir para descubrir el verdadero rostro de tu ligue, que cambia mucho de la luz de neón a las dos de la madrugada. El concepto del Viking viene a representar una opción verdaderamente alternativa a la actual escena gay que predomina en la Ciudad de México. Es un amplio café de iluminación tranquila, paredes de colores en donde nunca falta alguna exposición en turno, ya sea de fotografía, pintura, grabado o ilustración. Del techo cuelgan pantallas en colores y diseños que harían babear al mismo Pedro Almodóvar. Cuentan con un estante de donde se pueden coger con toda libertad libros o juegos de mesa. Cuentan con una variada carta de baguettes (que les quedan bastante bien, por cierto) y repostería. En cuanto al alcohol, sólo venden cervezas y copas de vino que no rebasan los 35 pesos.

La Casita
  • Gay y lésbico
  • Roma
  • precio 2 de 4

Sex Club para hombres. Laberintos que nunca terminan con sillones y privaditos. También hay salas que proyectan videos porno y hasta un sótano-mazmorra con todo y jaulas. Dentro todo es sexo, decadente y excitante. El lugar se atasca justo cuando los antros cierran sus puertas.

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Tom’s Leather Bar
  • 4 de 5 estrellas
  • Gay y lésbico
  • Condesa
  • precio 1 de 4

Puede ser que aquí casi todo es garantía: diversión, tragos, ligues, porno. Incluso sexo. Y es que cuando las cervezas hacen efecto, se tiene que pasar forzosamente por el cuarto oscuro para llegar al baño. No hay de otra. Por si esto les sirve de advertencia. O anzuelo. Se ubica en una cautelosa entrada sobre Insurgentes, poco antes de la esquina con Michoacán. Para muchos es un destino conocido, pero las nuevas generaciones, quizás aquellos que tengan menos de 24 años, podrán reconocerlo por sus puertas plegables tipo cantina norteña. El Tom’s ya se ha ganado el estatus de un antro clásico, sin duda, con una identidad que hasta el día de hoy no ha logrado ser emulada con acierto, ni en el ambiente ni en la cachondería. Único sobreviviente de aquellos clubs de la segunda mitad de los 90 que proponían una opción atrevida y exhibicionista para hombres a los que bailar y comadrear al mismo tiempo no es precisamente su definición de ser homosexual, como lo fueron el mítico Taller, en Florencia, o La Estación, en Londres, en la Zona Rosa.  Por dentro es una bóveda con un techo intensamente elevado y vigas de tipo gótico. La decoración recuerda algún set de Gladiador de Ridley Scott en penumbras y con sugerentes pinturas de hombres dentro de marcos dorados, además de otras ilustraciones. De la parte alta derecha cuelgan varias banderas. La iluminación es a base de lámparas a media luz y velas en candelabros. Está distribuido a manera de corredor con dos barras para servir tragos e

69 Road
  • 3 de 5 estrellas
  • Roma
  • precio 2 de 4

Se encuentra suspendido desde el 21 de julio. Anteriormente esto fue un famoso restaurante bar con ecos de gloria de los años 70, El Charleston, que parecía ser como el refugio perfecto de personajes como José José. No obstante, si reflexionamos un poco y nos detenemos en el hecho de que la inauguración (que se llevó a cabo el primer fin de semana de julio) fue apadrinada por gente como Carmen Salinas, Rogelio Guerra o Lupita Sandoval, puede ser que se ese espíritu de farándula a lo José José no se haya ido del todo. De momento no se sabe muy bien si el asunto aquí es minimalista, improvisado o de plano un homenaje de estrobo púrpura a un salón de fiestas, puesto que se trata de un amplio salón con el mobiliario metálico ubicado únicamente en las orillas, hay unas pantallas de plasma elevadas por arriba de unos postes como para darle el toque tecnológico 2012 pero en realidad se trata de un espacio sencillo, lo mismo que los parroquianos, mayoritariamente masculinos, clientela que lo único que quiere es divertirse bailando cosas como el indispensable pop de Belinda o Adele, hasta ritmos tropicales y banda, que pretextos no falten para pegar el cachete. A partir de las once de la noche despejan la pista porque arrancan dos clases de espectáculos: un performance drag de esos que no se les va vivo a los que están sentados cerca de la pista, y un número stripper que no dejan mucho a la imaginación, y babeando a unos cuantos. Lo bueno es que no es necesario que la fantasía se qued

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Ken Club
  • Bares y cantinas
  • Antro
  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4

Haciendo honor al ex novio de Barbie que salió gay, ¿a poco? Dicen por ahí que es de adultos reventar en jueves y que los fines de semana es para mozalbetes. Bueno, esto más o menos sucede los jueves, único día en que el Toloache, restaurante bar más bien buga, se convierte en antro gay, el Ken, y antes que nada ofrezco una disculpa si en números pasados escribí que era club de todo el fin de semana. Supongo que los recuerdos del ligue me destantearon. Perdón otra vez. De alguna manera, y muy probablemente de forma inconsciente, el Ken es un homenaje a aquellos bares de mitad de los 90 que empezaban a poner a la Colonia Roma como barrio alternativo-fashion, hoy hipster. Homenaje bien logrado hay que decirlo: decoración que depende casi en su totalidad de la estructura misma de la casa típica de la Roma de principios del siglo XX, acentuado por unas pantallas de plasma metidas en marcos dorados, ventanas altas con buena vista a la Avenida Chapultepec, pisos de madera, habitaciones con sillones. Hay dos barras y los tragos van de los 50 pesos que cuesta la cerveza, hasta entre 80 y 100 pesos la coctelería. Las botellas rondan los 1000 pesos. Hay una terraza que funciona como restaurante y la cocina la cierran a la una de la madrugada. Estos jueves gays empiezan a funcionar desde las 10 de la noche, pero la clientela llega por ahí de las 11: hombres que deben echarle más de 40 minutos al peinado y se esfuerzan por estar a la moda. De pronto parece que estás platicando con un man

Envy Bar
  • 3 de 5 estrellas
  • Gay y lésbico
  • Polanco
  • precio 3 de 4

Con este movimiento de locación pareciera que el Envy pretende seguir los pasos del Living, en cuanto a eso de andar errante. Se cambió de los andares de Lomas de Chapultepec a una de las avenidas más transitadas de Polanco y tal parece que es una buena noticia porque el ambiente sigue siendo el mismo: no hay nada más somnífero que un club donde ya conoces hasta el minuto donde el DJ pone Single Ladies. Reinauguraron el 31 de agosto y la novedad son sus instalaciones más minimalistas y contemporáneas, aunque los grandes éxitos sigan siendo de los 80. Como es tradición (y engorro) la cadena no es cosa fácil. El cover se mantiene igual que antes y la hora de apertura se extiende a las 4am.

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