No es sólo darle comida y un techo, considera todo el panorama antes.
Sabemos lo tiernos que son los perritos, pero su ternura no es la única razón que te debería motivar a adoptarlos. Un animal, como ser vivo, tiene muchas necesidades por lo que implica muchas responsabilidades. De repente suelen utilizarse como regalo en fechas especiales y otras veces son adoptados de manera impulsiva por lo que terminan siendo abandonados.
Es por eso que, en el Día del Perro Callejero, te decimos que cosas debes tener en cuenta antes de integrar a un perro a tu familia. El Dr. Fausto Reyes Delgado, Director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario UNAM Banfield nos da estas recomendaciones.
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Cuando alguien de la familia quiere tener un perro, la decisión no sólo depende de esa persona si no de toda la familia. Cada miembro de la casa debe estar de acuerdo en compartir su espacio con estos peludos animales, de lo contrario habrá confictos y pocos cuidados hacia en nuevo integrante.
Es importante saber que no cualquiera puede tener un perro como animal de compañia, asesórate antes de adquirirlo. Acércate a un veterinario quien te podrá ayudar a través de preguntas como: ¿Para qué quieres un perro?, ¿cuánto piensas gastar en él? ¿tienes solvencia económica para cubrir el servicio veterinario, alimentación y salud?, ¿cuánto espacio tiene?, ¿cuánto tiempo pasarás con él? y ¿Quiénes van a vivir con él?
Conforme a esto, el profesional tendrá elementos suficientes para recomendar qué tipo de perro recomiendan para ti.
Lo recomendable es asistir mínimo 2 o 3 veces al año. Asimismo, para asegurar la salud de tu mascota, es recomendable realizar pruebas de laboratorio al menos una vez al año. Tu veterinario de cabecera puede extraer las muestras y mandarlas a un laboratorio especializado. En lugares con laboratorios, los resultados tardan tan solo 15 minutos.
Cada especie es diferente y deben considerarse dichas diferencias para darle una vida adecuada. Es por esto que no deben considerarse como perrhijos, no deben humanizarse. Así, la educación se extiende a los miembros de la familia, por ejemplo, no es bueno que los niños estén a cargo. Por otro lado, dicha educación también es hacia los canes para una convivencia armoniosa: enséñales cuáles son sus áreas para juego, en dónde hacer del baño y qué artículos debe respetar.
Si bien la familia es quien lo está adoptando, la importancia en su cuidado también recae en el veterinario. En conjunto, lograrán darle al peludo la calidad de vida que se merece. Hay lugares como el Hospital UNAM-Banfiel que ofrecen asesorías gratuitas para cualquier duda que puedas tener sobre tu perro, antes o después de tenerlo. Sólo llama al 55 5658 6080.
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