

Escultura y Tiempo. África, América y Oceanía.
¿Por qué un trozo de madera tallado “debería” ser arte? ¿Por qué cuerpos mal proporcionados, rostros exagerados y mascaras aterradoras eran considerados “bellos”? La velocidad y voracidad de nuestro mundo hacen muy fácil que olvidemos qué hace al arte. ¿La técnica, el talento, la propuesta, las ideas lo hacen? Creemos que la exposición Escultura y Tiempo. América, Oceanía y África, nos regresan al pasado para recordar que el arte es una ventana maravillosa a otras culturas, realidades y formas de ver el mundo. Y lo mejor de todo es que es gratis para todos los que asistan. La pregunta inicial no se me ocurrió a mí, sino a un visitante que escuché chismosamente a lado mío mientras veíamos unas de las piezas centrales: esculturas en ramas de un árbol en las que fueron tallados rostros y cuerpos de personas, una brillante fusión entre el control humano y su búsqueda de perfección, el caos natural. En principio me indigné, “¿por qué alguien no vería el valor de una pieza así?” Pero la pregunta de la persona era válida, una pregunta que debería ser un golpe de humildad para muchos de nosotros. Y es las piezas que vemos en esta exposición, todas esculturas, no están solo como testimonios históricos de civilizaciones de otras épocas y lugares, nos enseñan sus culturas y creencias. Los cuerpos aparentemente deformes nos muestran lo que consideraban atractivo, sus técnicas manuales de alfarería y cómo veían al mundo. Piezas de arte y piezas arqueológicas. Y más allá, uno de los aspe