En febrero del año pasado, Africa Express llegó por primera vez a Latinoamérica para encabezar Bahidorá. El show fue histórico, con un set de cinco horas a las orillas del río en Las Estacas. ¿La cereza del pastel? Que ahí mismo surgió la idea de grabar un disco.
Recomendado: Entrevista con Mare Advertencia. Rapera zapoteca en Bahidorá
Unos meses después, ese proyecto toma forma como Africa Express presents… Bahidorá (2025), un álbum colaborativo grabado en lugares improvisados, cuartos de hotel, tiendas de campaña y estudios móviles. El material, que es una extensión del espíritu del festival, se lanza el 11 de julio. Lo edita World Circuit Records, la misma disquera detrás de Buena Vista Social Club, y es el primer álbum de Africa Express desde Egoli (2019), grabado en Johannesburgo.
Bahidorá es una residencia creativa
En el ensamble de Africa Express participaron más de 40 artistas que llegaron de cuatro continentes. Fatoumata Diawara, Moonchild Sanelly, Mare Advertencia, Instituto Mexicano del Sonido, Luisa Almaguer, Tayhana, La Bruja de Texcoco… la lista sigue y sigue.
“Mi Lado” y “Kuduro”, los primeros frutos de Bahidorá
Los dos primeros sencillos ya están disponibles. “Mi Lado” es reggaetón suavecito y directo, con voz de Mare Advertencia y sus letras que critican duramente la misoginia y la violencia. Por su parte, “Kuduro” es pura fiesta, con percusiones que se repiten y la característica energía de Diawara y Sanelly.
Te podría interesar: ¿Cómo adaptar un rave a las reglas de la fiesta mexicana?
Ambas canciones capturan lo que se sintió ese fin de semana. Son pistas grabadas en caliente, no desde el estudio, sino desde la convivencia.
Africa Express se apropia del espíritu Bahidorá
Desde 2006, Africa Express ha llevado músicos a grabar en Malí, el Congo, Etiopía o Sudáfrica. Esta vez, el punto de encuentro fue México. Por eso, no falta la cumbia y el folklore.
Africa Express, el proyecto co-fundado por Damon Albarn, ha funcionado como un puente entre artistas de distintos géneros, idiomas y generaciones. Además, cada álbum es una especie de postal del lugar donde ocurre… y Bahidorá no es la excepción.
