Entrevista con Vita Set: pop para el fin del mundo

La agrupación de La Plata conformada por Ignacio Urbiztondo, Manuel Alvarez, Santiago Hernández, Franco Armisen y Matías Lima presenta “LA PLATAFORMA”. Este single es el primer adelanto de su siguiente disco y su debut en la disquera Arts & Crafts México.

La canción es conceptual y retrata la crisis digital de nuestros tiempos, aunque tampoco cae en obviedades, ni se recarga en clichés. Al escucharla nos imaginamos bailando en un rave lleno de gente sudorosa, mientras el mundo se cae a pedazos.

Con motivo de este lanzamiento, platicamos con ellos sobre su mezcla de sintetizadores saturados con toques orgánicos —y lo mucho que nos recuerdan el valor de lo humano en la música—. También nos contaron sobre su fusión con la canción popular argentina y sus influencias rioplatenses como Gardel y Julio Sosa.

Su más reciente single, “LA PLATAFORMA”, nació a raíz de la pandemia. ¿Cómo les afectó el aislamiento?
Fueron momentos de mucha incertidumbre y había una sensación de que el mundo estaba cambiando a una velocidad mayor que antes, aunque fuese en la misma dirección. Sobre todo desde la comunicación digitalizada, las redes y los modos de consumo. La sensación de frenesí y de estar próximos a la catástrofe, a que todo pudiera terminar de la noche a la mañana, hizo que generacionalmente tengamos una relación distinta con el mundo que nos rodea. Este clima de época no sólo no se terminó, sino que se profundizó. Los primeros versos e ideas de nuestro nuevo disco nacen a partir de ese sentimiento tremendista y fatídico. “LA PLATAFORMA” es la primera muestra de este disco que busca dialogar con la coyuntura y plantear discusiones que nos atraviesan existencialmente. Nuestra manera de hacerlo es a través de la ficción. Nos gusta escuchar historias y contarlas, es lo que mantendrá siempre prendida la llama de la cultura y con nuestro disco queremos aportar a eso.

¿Algún hecho en particular que haya inspirado la composición de este track?
“LA PLATAFORMA” expresa una de las tantas aristas que tiene el disco. Forma parte de un “todo” conceptual, pero a su vez tiene una autonomía que hace que sea el primer adelanto. La conspiración y el enigma es lo que se respira en la canción. La sensación de que está sucediendo algo que no terminamos de entender del todo, pero que atando un par de cabos, podemos darnos una idea.

Una influencia que tengan en el hyperpop y otra en la canción popular argentina:
Estábamos en nuestro estudio y queríamos hacer una canción nueva. En nuestros dos discos anteriores, la mayoría de canciones tenían un procedimiento más clásico de arrancar por la melodía y armonía y después desarrollar la producción. En este caso el proceso fue distinto. Arrancamos imitando la línea del bajo de “Good Puss” de Cobrah, una artista que hace principalmente hyperpop. Esa es la influencia más explícita del género, aunque después el tema haya virado para un lado diferente. También hay cosas de Charlie XCX y Chemical Brothers. Después, la canción tiene giros melódicos y tipos de frases que nos remiten al tango rioplatense. Podríamos hablar de Gardel, de Julio Sosa o Enrique Santos Discépolo, pero en verdad es el espíritu general. Tiene que ver más con una influencia inconsciente y de haberlo escuchado de chicos, como una tradición. Que convivan estos dos estilos de alguna manera nos define. Es el diálogo con el presente sin perder de vista de dónde uno viene.

En 2018 con La Edad de Oro su música tendía más hacia el indie rock. ¿Qué los llevó a inclinarse por sonidos más electrónicos?
La filosofía de la banda es realizar un cambio profundo en cada uno de los discos. Es imposible para nosotros repetir lo que ya hicimos; necesitamos avanzar. “LA PLATAFORMA” es un cambio extremo en la banda, tanto en lo musical como en lo lírico y en la imagen. Tenemos la necesidad de hacer música nueva porque escuchamos música nueva. Y para nosotros estar en vigencia significa hablarle a la gente con la que uno comparte el presente. Siempre priorizamos tener algo que decir, ante todo, y después vemos de qué manera. Al menos así nació este disco. La idea y el concepto fueron la génesis para todo el resto. 

¿Cuál es su opinión sobre el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la música?
La tecnología en el arte debería ser algo que funcione como una herramienta para ayudar a expresar una idea de una manera determinada. En ese sentido no somos puristas ni fundamentalistas en decir que cualquier cosa que esté hecha con IA no tiene validez. Lo que nunca vamos a negociar es el valor de lo humano en las cosas que hacemos. Cuando no hay una intención, no hay una búsqueda y no hay ganas de expresarse más allá de los límites mercantiles, eso deja de ser arte y pasa a ser otra cosa. Son tiempos en donde cada vez relegamos más cosas a las máquinas sin tener del todo claro sus consecuencias. Nosotros no queremos perder el control y haremos lo que esté a nuestro alcance para demostrar por qué nunca una IA podrá suplantar al humano a la hora de hacer arte. Podrá tener miles de capacidades mejores que los humanos, mejor procesamiento, mejor hardware, pero desde nuestro lugar siempre partiremos del mismo punto: una persona hablándole a otra. Es paradójico porque nunca en la historia hubo tanta conectividad entre las personas y a la misma vez nunca hubo tanta desconexión. Dentro de eso se opera y ahí es donde el arte tiene que volver a conectar con algo más profundo y menos superficial.

Además de las principales ciudades argentinas, México es el lugar en el que tienen más escuchas. ¿Cómo se sienten de sumarse a Arts & Crafts MX?
Es una gran oportunidad para nosotros trabajar junto a Arts & Crafts MX. Nos sentimos muy halagados al ver su entusiasmo por nuestra música y por este nuevo disco. Que haya gente apoyando y creyendo en lo que uno hace es muy valioso. 

¿Cómo ha sido hasta ahora su relación con México? Se presentaron en el Festival Cervantino, ¿cómo les fue?
Fuimos a México en octubre de 2022 y arrancamos nuestra gira tocando en el Festival Cervantino en Guanajuato, luego en Ciudad de México, seguimos por Guadalajara y terminamos en Puebla. Realmente quedamos enamorados de México y su gente. En todo momento nos sentimos muy cómodos y la calidez con la que nos recibieron fue muy potente. Valoramos mucho que haya gente que nunca nos vio en vivo y nos haga saber que les gusta nuestra música. ¡Queremos volver para allá cuanto antes! Sin dudas que lo haremos con el disco nuevo en la calle.

Si pudieran colaborar con tres artistas mexicanos, ¿quiénes serían?
Zoé, Valgur y Babas Tutsipop.

¿Qué entienden ustedes por “música post-género”? ¿Vita Set entra en esa categoría?
Muchas veces las categorías viejas de ciertos géneros no nos alcanzan para explicar la música. Terminamos diciendo “tiene una cosa popera, con un estilo new wave pero a la vez rockero, con tintes electrónicos”. Se ha deformado tanto eso que algunas categorizaciones han quedado obsoletas. Artistas mainstream —y no— en una misma canción pueden habitar más de un género. A nosotros la cuestión camaleónica de no encasillarnos en un género nos permite expandir los límites de lo posible y escaparnos de la expectativa de la audiencia, o mejor dicho, generar que la expectativa sobre nuestra música sea impredecible. Y en algún punto, el rock en esencia y, a través de las mutaciones, siempre ha conservado eso: escapar del encasillamiento. La teoría muchas veces se queda corta con la realidad. A nosotros nos gusta decir que hacemos “pop táctico”. Somos soldados en una era de guerras digitales. Nuestras canciones serán siempre nuestra arma letal y nuestro escudo espiritual.

Recomendado: Descartes a Kant, inteligencia artificial y nuevo disco