Los favoritos de Pamela Escamilla Menchaca

Me atrevo a decir que uno de los lugares con más bajo perfil de la Plaza Luis Cabrera esconde la ensalada con queso de cabra con la mejor relación costo/beneficio de la zona. Tanto el pan horneado aquí, como el servicio —no dudes en pedir una cobija si aún en los días fríos quieres sentarte afuera— te hacen sentir como en casa.

Justo junto a la única iglesia griega ortodoxa del área metropolitana tiene sede esta institución. Si te gustan la comida, el baile y la lengua de esta cultura, hay clases a precios accesibles. ¿Quién necesita terapia cuando se ocupa el cerebro en una lengua no romance? También tienen un jardín que rentan para eventos.

En una de las colonias más caóticas existe un oasis cerca del que hasta estacionamiento encuentras. Es una casona adaptada a bar con decoración vintage (una tele antigua funciona de mesa), carteles retro e iluminación media. Los miércoles hay bandas —a volumen que permite escuchar lo que dice el otro— en vivo. Lo mejor de la carta, que parece envolver un acetato de Louis Armstrong, son las pizzas de salmón y la tarta mediterránea, perfectas para acompañar tu trago.

Cuartos de ensayo hay muchos, pero los bien ubicados, con precio adecuado y en los que programar un rato con tu banda no representa un tramiterío ni anticipación extrema son pocos. Garage es uno de éstos y cuentan con sala para 4 o 6 personas y aire acondicionado.

Atravesarlo por las noches implica terror, el Paseo del rock mexicano da pena no tan ajena y desde que talaron los árboles para construir la Línea 3 del Metrobús es más peligroso para los peatones. Sí, ¿pero quién se resiste a un lugar en el que puedes tanto aprender a andar en bicicleta como chacharear y comer barato los fines de semana? Yo no.

Los amantes de la nostalgia mediática, la historia del consumo en México, nuestra ciudad, costumbres y cultura popular en general lamentamos que este lugar no tenga más exposiciones al año. En su corta vida ha cambiado la perspectiva de muchos con respecto a lo que es digno de apreciarse.